domingo, 14 de abril de 2019

Ximena Vega Lobos y Alvaro Huenchuleo: Regreso al paisaje

Alvaro Huenchuleo y Ximena Vegas Lobos

Dos pintores están exponiendo sus obras en Santiago de Chile, todas ellas paisajes rurales. Un tema que en la historia del arte pareciera secundario pero que perdura y ha pasado a tener en este siglo un inesperado protagonismo. En esto ha ayudado mucho la toma de conciencia a favor del medio ambiente y en especial porque los hábitat rurales siguen estando en el inconsciente colectivo de la humanidad. Todos venimos del campo.

Por Rubén Reveco, licenciado en Artes Plásticas 

A todos nos fascina la naturaleza en su estado más salvaje. Esta geográfica con sus mares, ríos, árboles (sin planificar), arbustos, cielos, olores... tan diferente a una gran ciudad.
En la historia de la pintura, el paisaje fue adquiriendo poco a poco cada vez más relevancia, desde su aparición como fondo de escenas de otros temas (histórico o retrato) hasta constituirse como género autónomo en la pintura holandesa del siglo XVII. El paisaje también ha sido un motivo esencial para la pintura japonesa.
Ximena Vega Lobos y Alvaro Huenchuleo inauguraron en la galería de arte ubicada en la calle Antonia López de Bello 77, en el bohemio barrio Bellavista. Vega nació en el norte del país y Huenchuleo en el sur, regiones muy disimiles en cuanto a geografía. Aún así, el paisaje es el que los convoca, con sus características y puntos de atracción según el interés del artista.
Contestaron algunas preguntas en exclusiva para este medio.

“Solo necesitaba alas para volar”
Ximena Vega Lobos nacíó en Copiapó, ciudad a 806 kilómetros al norte de Santiago de Chile. Estudió ingeniería en la Universidad de Atacama, y más tarde dibujo técnico. Trabajó desde el año 1993 hasta el 2010 en una empresa minera, desempeñándome como dibujante. Vivió algunos años en Santiago y posteriormente me radicó en la ciudad de Los Andes.
"Si bien -expresa- siempre pinté al óleo de manera autodidacta fue el año 2012 que empecé a asistir al taller de Antonio Cavagnaro. En esa época, empecé a participar en convocatorias locales y muestras en la ciudad de la Andes".
En 2015 se radicó nuevamente en Santiago para dedicarse casi exclusivamente a pintar, estudiar y participar en convocatorias colectivas y exposiciones individuales.
El año 2017 empezó un diplomado en Artes Visuales en la Pontificia Universidad Catolica, cuyo título lo recibió en diciembre 2018. También asiste a talleres de figura humana y de acuarela.
“Solo necesitaba alas para volar”, expresa.
-Usted nació y vivió por muchos años rodeada de un paisaje mucho más agreste que el que representa. Su paisaje es más sureño, cargado de nubes y verde. ¿Tiene esto alguna explicación?
-Por supuesto que tiene una gran explicación. La naturaleza de cualquier lugar geográfico es mi inspiración si bien los paisajes del norte son más agrestes sus cielos son infinitamente más hermosos que en otros lugares y el color que me entregan los paisajes del sur me encandilan.
Pinto la armonía que me genera ver los verdes y los amarillos juntos, pero por sobre todo disfruto pintar la infinidad e inmensidad del cielo adornado de hermosas nubes grises y todos sus matices.
-Rescatar o perseverar en el tema "paisaje" puedes considerarlo como un acto de rebeldía o tozudez. Para como están las cosas en el arte, que un artista pinte paisajes resulta al menos curioso...
-... si, es curioso el resultado al que dirigí mi camino cuando empecé a pintar paisajes con más entusiasmo que otros temas. También pinto bodegones y rostros de personas.
Pero a tu pregunta ... creo que uno pinta lo que a uno le gusta ... y a mí me gusta el paisaje independiente de los tiempos abstractos en que vivimos.
-¿Cómo es Ximena Vega Lobos?
-Me considero una persona muy tranquila, sin dejar de lado que me gusta salir con amigos/as, bailar, cómo decimos acá pasarlo bien. No soy conflictiva, ni complicada. Soy tolerante a todo y me adapto rápidamente en cualquier lugar.
-¿Cuál es el propósito de su arte?
Cuando pinto y plasmo mi arte en una tela, utilizando técnicamente el óleo siento armonía en el paisaje, siento paz y tranquilidad y me encantaría que eso se reflejara en el espectador.
Hoy la sociedad vive tiempos de intranquilidad y un poco de arte que genere paz es necesario y mi propósito sería que sólo con mirar un paisaje y la grandeza del firmamento pudiésemos generar algún cambio por pequeño que sea en esta sociedad, hacerla más respetuosa y tolerante principalmente. Parece una utopía ... pero soñar no cuesta nada.
-¿Qué lugar ocupa la belleza en sus pinturas?
-Como te explicaba anteriormente creo que el arte es una expresión visual, transversal en su concepto temático y esto permite a la vez que cada uno también elija sus preferencias como artista.
El artista pinta lo que le conmueve, a veces más inspirado en temas sociales o políticos. En mi caso... elijo, opto y selecciono paisajes de la naturaleza existente, un poco imaginarios pero siempre protagonizados por un cielo cargado de nubes.
En conclusión ... plasmó en una tela el ideal de un lugar donde solo haya armonía y por qué no, belleza también.




Paisaje cordillerano
Álvaro Javier Huenchuleo Paquién nació en Concepción en 1975, ciudad a 500 kilómetros al sur de la capital. Ha ganado varios proyectos FONDART y es una de las figuras más activas de la vida cultural de la Octava Región.
Lo que muestra en Santiago es parte de un trabajos gráficos realizados junto al pintor Alejandro Delgado denominado "Puelche", proyecto que los llevó a recorrer la ribera norte del Bío Bío. Los artistas lograron capturar imágenes que representan el estado actual del borde río, reflexionando sobre la territorialidad, el paisaje, la flora y la relación con las comunidades.
Para este propósito se trabajó desde tres nociones básicas: borde agua, ribera norte y recorrido. De esta manera, emergió una propuesta creativa en diálogo, que retoma al paisaje como género pictórico, produciendo obras de distintos formatos en óleo y acrílico sobre tela, sumando otros medios expresivos para complementar procesos y entregar una visualidad múltiple, integrando herbarios, monotipias y dibujos.
-¿Qué importancia le da al paisaje como tema en la pintura del siglo XXI?
-Considero que la temática del paisaje como genero pictórico, puede ser revitalizado desde las estrategias visuales con los cuales pueden ser abordados, es decir, el ductus formal con que se materializa la obra, la manera de tratar la materia pictórica, para elaborar un discurso plástico, con mayor o menor grado de iconicidad en la representación del paisaje. Creo que los recursos expresivos propios del medio de la Pintura son mecanismos tales que conducen a elaborar un lenguaje propio, proceso intervenido por componentes cognitivos, críticos y propositivos del artista.
Entonces la pintura simboliza, dicotomias, disfunsiones y contradicciones inherentes a los procesos de integración sobre la habitabilidad del entorno y espacios comunes donde se articula nuestro sistema de organización social y las relaciones de poder Hombre-Naturaleza. Así al filtrar la realidad, en estas obras en la interpretación libre del paisaje natural, prescinde muchas veces del icono,trasciende la mímesis.
-Hay muchos que han dado a la pintura por muerta y usted no sólo pintas sino que también lo haces de un modo figurativo.
-Abordo la pintura como lenguaje expresivo mas allá de las convenciones actuales a favor o en contra, de validar este medio como medio de expresión. Es la vitalidad misma de este medio creativo, lo que me permite elaborar un discurso, que va mas allá de pretender poseer un grado de contemporaneidad y contingencia con temáticas actuales.
-¿Puede haber un relato ambientalista-ecológico en lo que hace?
-Abordar temáticas del paisaje, ya implícitamente aborda las relaciones de poder Hombre-Naturaleza. La propuesta "Puelche" busca reflexionar sobre la relación de las comunidades con el borde fluvial del río Bío Bío, situación de borde agua y la representación de su estado actual.
-¿Qué propone Concepción al resto del país?
-Creo que lo que condiciona una determinada manera de trabajar ha sido el aprendizaje que se adquiere a través de una formación académica, en función, de formas estilísticas propias de la instrucción de alguna escuela determinada, debo reconocer que en la década del 90, eclosiona en Concepción, Chile una singular manera de abordar el genero pictórico a diferencia de los postulados estilísticos que proponía la Capital en ese entonces. La pintura penquista de los 90, irrumpe en la escena plástica nacional de una manera fresca, vital y novedosa. Por lo tanto me siento heredero de esta tradición estilística propia y genuina de la región del Bío Bío.

Día de la inauguración


Pintura de Alvaro Huenchuleo.


Ximena Vega Lobos con dos de sus obras.



Pinturas de Alvaro Huenchuleo.



Ximena Vega Lobos y sus obras.





Obra de Alvaro Huenchuleo




Obra de Alvaro Huenchuleo






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