miércoles, 29 de noviembre de 2017

Patrimonio del MNBA: "El primer duelo", de William Adolphe Bouguereau


Una nueva entrega referida al patrimonio artístico del MNBA, sede Buenos Aires, Argentina. Un buen trabajo teórico realizado por especialistas y que reproducimos para todos nuestros lectores. En esta oportunidad una obra de Bouguereau, un artista muy apreciado en el siglo XIX y redescubierto gracias a Internet en el XXI.

web 

Museo Nacional de Bellas Artes, Buenos Aires, Argentina


Comentario sobre

Premier deuil (El primer duelo)

En el último cuarto del siglo XIX, era frecuente en la prensa argentina encontrar cada mes de mayo extensos récits del Salón de París, escritos por corresponsales argentinos o traducidos de periódicos europeos, que juzgaban las obras más importantes entre las más de cinco mil exhibidas. En una cultura artística que muchas veces primero fue literaria y luego visual, las grandes machines del Salón eran objeto de laudatorias o negativas reseñas que a veces podían corroborarse cuando la obra efectivamente llegaba al país. Así sucedió con "El primer duelo" de Bouguereau.
En una carta pública a su amigo Manuel Láinez –director de El Diario– Carlos Gorostiaga no ahorraba elogios al destacar que este era un cuadro que no se podía mirar sin “sentir el choque de una fuerte impresión de dolor […] todo es en el natural: luz y sombra. Ni un solo tinte fuerte; nada, absolutamente nada. Es sin duda por eso que rebosa de naturalidad, que inunda de verdad” (1). De este modo, la destreza “fotográfica” y la verosimilitud y legibilidad inmediata (2) buscadas por Bouguereau habían sido efectivas en este observador que hallaba en el dolor contenido de esta pintura una “expresión de vida”. Desde la vereda opuesta, un anónimo crítico desde El Censor señalaba lo que muchos detractores observaban entonces en la pintura académica, su artificialidad: “El primer luto, parece un conjunto de figuras mecánicas, Adán y Eva lloran sobre el cuerpo exánime de Abel; constituyen un grupo sin vida, sus cuerpos desnudos parecen de marfil más que de carne humana” (3). Todo hacía que los lectores de Buenos Aires prefiguraran esta pintura desde la letra escrita; su arribo se concretó unos años después, y tuvo una resonada exhibición pública en 1893 en el contexto de una exposición benéfica organizada en base a obras cedidas por los principales coleccionistas locales. En este medio, Eduardo Schiaffino, quien no era particularmente amante del arte académico, no pudo dejar de señalar el modo elegante en que el pintor había resuelto el tema: “hay en este hermoso grupo escorzos, flexiones y detalles en que la gracia escultural es evidente” (4).
El primer duelo, temática cara al siglo XIX ya que permitía el despliegue de los cuerpos dolientes en este significativo drama vinculado a la historia bíblica (5), fue una empresa de largo aliento para Bouguereau. Firmado en 1888, desde fines de 1885 estuvo involucrado en su desarrollo, y tal como demuestra un croquis perteneciente a la Bibliothèque de l’Institut de France, ya para esta fecha las posiciones de los tres cuerpos que forman esta Pietà estaban planteadas casi igual a su resultado final (6). La grande machine exhibida, junto a una Baigneuse, en el Salón de 1888 remitía en su composición al esquema piramidal utilizado en el Renacimiento tanto por Miguel Ángel como por Rafael, de hecho el artista fue frecuentemente llamado el “Rafael francés”. El dolor del grupo está contenido, escenificado. El foco mayor de pesar, el rostro de la madre llorosa, está también velado, al ser cubierto por las manos. El manejo de las carnaciones alude asimismo a la tradición clásica: el hombre más moreno, la mujer más clara, casi marfileña. El cuerpo del muerto es bello, con una belleza idealizada que omite cualquier signo de la violencia perpetrada por Caín. El drama está evocado por la mancha de sangre sobre el suelo. Es uno de los pocos focos de color contrastante en una pintura dominada por los tonos tierra. En el fondo, el altar con la ofrenda humeante realizada por Abel, aquella que había causado la ira de su hermano, remite a la historia reciente (Gen. 4, 1-16). El humo se mezcla con las nubes de un cielo tormentoso dando cuenta del origen del episodio y su trágico desenlace.
Bouguereau envió esta obra, junto a un conjunto de pinturas realizadas en los últimos años, a la Exposición Universal de 1889. Cada una de ellas representaba, con sus habituales figuras de tamaño natural, las distintas vertientes de su producción como las escenas de la Virgen (L’Annonciation, 1888), las jóvenes rodeadas de angelillos (Chansons du printemps, 1889), los putti (L’amour vainqueur, 1886), las bañistas (7), la historia bíblica (Jésus-Christ rencontre sa mère, 1888) y también grandes y complejas composiciones mitológicas (La jeunesse de Bacchus, 1884).
Para este momento, Bouguereau era uno de los artistas más célebres de Francia (8). Gozaba además de un éxito de mercado sin precedentes que convirtió su caso en un verdadero “fenómeno” comercial sobre todo en Estados Unidos e Inglaterra (9). Su carrera, cimentada año tras año en la Academia, era un aval inapelable al que se sumaba la gran fascinación que despertaba su pintura entre las burguesías adquisidoras del Viejo y del Nuevo Mundo. Estas pueden ser algunas de las claves para entender por qué esta obra se transformó en un objeto de deseo para su adquisidor argentino, Francisco Uriburu, en la última década del siglo XIX.

María Isabel Baldasarre



Notas al pie

1— Gorostiaga, 1888, p. 1, col. 4. 
2— Cf. Charles Rosen y Henri Zerner, Romanticismo y realismo. Los mitos del arte del siglo XIX. Madrid, Hermann Blume, p. 196 y ss.
3— L., “Notas parisienses”, p. 1, col. 3. 
4— Schiaffino, 1933, p. 346. 
5— Cf. entrada de la obra de Barrias, Los primeros funerales, inv. 3652, en este catálogo. 
6— Cada cuadro llevaba un complejo proceso de ejecución que iba desde los croquis iniciales hasta la pintura final, pasando por estudios de colores, dibujos detallados de todas las figuras, estudios de paños, de cabezas, de manos, etc. Para su proceso de trabajo, véase: Mark Steven Walker, “Bouguereau au travail” en: William Bouguereau 1825-1905, cat. exp. Montréal, The Montreal Museum of Fine Arts, 1984, p. 67-82. En un remate efectuado en 1994, salió a la venta una tabla (21,6 x 27 cm) con un estudio preparatorio de un gran nivel de acabado y parecido con la versión final. Véase: 19th century European paintings, drawings, watercolors and sculptures. New York, Christie’s, 13-10-1994. 
7— El MNBA posee también una bañista de 1873 de Bouguereau disfrazada bajo el mitológico título de La toilette de Vénus, inv. 2673, donada por Federico Leloir en 1932.
8— Era miembro de la Academia de Bellas Artes desde 1876, presidente de la sección de pintura del Salón desde 1881 y de la Société des peintres, sculpteurs, architectes et graveurs (1883-1905) y el maestro elegido por alumnos de todas partes que buscaban formarse con él, ya fuese en las aulas de la École des Beaux-Arts o en su atelier en la Académie Julian.
9— Cf. los ensayos de Louise d’Argencourt y Robert Isaacson en: William Bouguereau, op. cit., p. 95-103 y 104-113.

Bibliografía


1888. GOROSTIAGA, Manuel, “El Salón de París. Carta de M. Gorostiaga”, El Diario, Buenos Aires, 30 de mayo. — L., “Notas parisienses. Paseo por el Salón de 1888”, El Censor, Buenos Aires, 5 de junio. 
1900. VACHON, Marius, W. Bouguereau. Paris, A. Lahure, reprod. byn.
1933. SCHIAFFINO, Eduardo, La pintura y la escultura en la Argentina. Buenos Aires, edición del autor, p. 344-346, reprod. byn p. 345. 
2006. BALDASARRE, María Isabel, Los dueños del arte. Coleccionismo y consumo cultural en Buenos Aires. Buenos Aires, Edhasa, p. 152-153, 155, reprod. color nº 54.

viernes, 24 de noviembre de 2017

Salma Hayek, una película, dos canciones y dos videos

"Abierto Hasta el Amanecer" (From Dusk Till Dawn) y la actuación de Salma Hayek en el papel de una bailarina.

Los cuatro minutos más sensuales en la historia del cine se inician cuando aparece Salma Hayek con un tocado azteca y realiza la improvisación más memorable, sinuosa y sugerente. Es cierto que mucho ayuda la figura espectacular de esta mexicana que a sus 28 años y 4 minutos en escena, salvará una película (1996) solo regular y que hoy es culto gracias a sus curvas que no paran de moverse.


Tito and Tarantula After Dark Snakedance

Tito & Tarántula, un grupo de rock de los Estados Unidos formada en 1992, fue el encargado de crear la banda sonora de la película y la hermosa y sugestiva canción que acompaña a Salma en su rutina.

jueves, 23 de noviembre de 2017

Patrimonio del MNBA: "El embrujador", de Cesáreo Bernaldo de Quirós

El embrujador es un óleo de gran tamaño concentrado en una figura singular, la del gallero dueño de oscuros poderes, que le da nombre.



Cesáreo Bernaldo de Quirós
fue un artista argentino que abarcó todos los géneros: figuras, paisajes, naturalezas muertas, obras alegóricas. Fue profesor en la Escuela Nacional de Artes Decorativas y presidente de la Academia Nacional de Bellas Artes.
En 1942 adquió una gran extensión de tierra sobre las barrancas del río Paraná, cerca de la ciudad homónima, creando un museo con una vasta colección de armas, muebles, adornos y objetos de gran valor artístico.


web 
Museo Nacional de Bellas Artes, Buenos Aires, Argentina


Comentario sobreEl embrujador

​El poeta Leopoldo Lugones llamó a Quirós “el pintor de la Patria” (1), definición aún vigente en algunos círculos de la cultura argentina. Iniciado en la pintura bajo la guía del valenciano Vicente Nicolau Cotanda, Quirós completó sus estudios con Ángel Della Valle y Reinaldo Giudici en la academia de la Sociedad Estímulo de Bellas Artes, donde ingresó en 1897.
En 1900 viajó becado para perfeccionarse en Roma; a partir de ese momento su carrera fue en ascenso: obtuvo una primera mención en la Bienal de Venecia de 1901, la compra de su cuadro Los segadores por el Museo de Arte Moderno de Barcelona en 1907, el Gran Premio y medalla de oro otorgados en la Exposición Internacional del Centenario (1910), donde se le dedicó una sala especial, y expuso en muestras realizadas en España, Estados Unidos, Canadá y Gran Bretaña en los años 20 y 30.
Aquel primer viaje le había permitido recorrer Italia y España, donde tomó contacto con los artistas españoles Joaquín Sorolla e Ignacio Zuloaga, este último un referente para el desarrollo del estilo y para las elecciones temáticas del artista. A su regreso a Buenos Aires, en 1907, Quirós se sumó al grupo Nexus, que además integraban Collivadino, Ripamonte y Fader, entre otros.
Si bien abordó desde el paisaje hasta la naturaleza muerta, en el conjunto de su obra se destacan especialmente aquellas pinturas dedicadas a gauchos y otros personajes identificados con la vida rural y la historia argentinas, en especial la época de las montoneras. A partir de 1916 y durante diez años, Quirós se retiró al interior de Entre Ríos, donde estudió minuciosamente a los hombres y mujeres que trabajaban y frecuentaban el lugar, materia prima a partir de la cual realizó la serie de Los gauchos, presentada en una gran exposición en Amigos del Arte (1927).
Pero ya en 1919 la temática había aparecido en ocasión de la muestra individual en Müller, donde El embrujador concitó el interés de la crítica y el público (2). El Estado no fue ajeno a esa atracción: adquirió el óleo que pasó a formar parte de la colección del MNBA. En la década del 60, Los gauchosestarían en el centro de la puja entre las autoridades políticas y Jorge Romero Brest, cuando las primeras aceptaron la donación de treinta pinturas por parte de Quirós, con la obligación de su exposición permanente, sin acuerdo del director del MNBA (3).
Como varias obras de la serie, El embrujador es un óleo de gran tamaño concentrado en una figura singular, la del gallero dueño de oscuros poderes, que le da nombre. Esta relación entre la imagen y la palabra, que se establece también en el caso de las obras con varios personajes y aun en aquellas con contenido narrativo, no es ajena al carácter esencialista del discurso pictórico de Quirós, abocado a “fijar la vida pasada, la vida guerrera y romántica de esa provincia (Entre Ríos)” (4) El curandero (inv. 7092, MNBA), El patroncito (inv. 7107) y también Aves de presa (inv. 7088) y Lanzas y guitarras (inv. 7090), por nombrar solo algunos ejemplos, no son retratos propiamente dichos, si bien se conoce la identidad de los modelos que posaron para su elaboración (5), ni escenas históricas, sino más bien versiones de una tradición y unos valores vernáculos que trascienden el paso del tiempo (6).
Marta Penhos

Notas al pie

1— Fue parte del discurso que pronunció Lugones durante el banquete-homenaje a Quirós realizado en septiembre de 1928 en el Teatro Cervantes, y al que concurrieron políticos e intelectuales destacados del momento. Véase: Carlos A. Foglia, Cesáreo Bernaldo de Quirós. Buenos Aires, Ediciones Culturales Argentinas, 1959, p. 29.
2— Véase, por ejemplo: “Las tres exposiciones del año”, Augusta. Revista de arte, Buenos Aires, vol. 3, nº 17, octubre de 1919, p. 170. Otras críticas, como la de Atalaya a la muestra de 1927, no manifiestan la misma valoración entusiasta, véase: Jorge López Anaya, 2005, p. 154.
3— Este conocido episodio, que terminó por decidir la renuncia de Romero Brest a la dirección del Museo, exhibe con claridad la tensión entre los sectores conservadores, que apoyaban el “arte nacional”, frente a la militancia a favor de la renovación artística que sostenía Romero Brest. Véase: Andrea Giunta, Vanguardia, internacionalismo y política. Arte argentino en los años sesenta. Buenos Aires, Paidós, 2001, p. 263; María José Herrera, “Romero Brest en el MNBA: la hora de los curadores” en: María José Herrera (dir.), Exposiciones de arte argentino 1956-2006. La confluencia de historiadores, curadores e instituciones en la escritura de la historia. Buenos Aires, Asociación Amigos del MNBA, 2009, p. 22-23.
4— Citado en: Foglia, op. cit., p. 25.
5— Muchos de ellos están consignados en las fichas del catálogo incluido en Gutiérrez Zaldívar, 1991.
6— La historiografía del arte argentino coincide en ubicar a Quirós como deudor del regionalismo español: punto de partida naturalista con juegos de luz y sombra y acentos de color, véase entre otros: Payró, 1988, p. 194-195 y López Anaya, 2005, p. 154. Una caracterización del partido estético que compartían pintores como Fader, Bermúdez y Quirós en Diana B. Wechsler, “Impacto y matices de una modernidad en los márgenes. Las artes plásticas entre 1920 y 1945” en: José Emilio Burucúa (dir.), Nueva historia argentina. Arte, sociedad y política. Buenos Aires, Sudamericana, 1999, vol. 1, p. 280-281.

Bibliografía

1978. CÓRDOVA ITURBURU, Cayetano, 80 años de pintura argentina. Buenos Aires, Librería La Ciudad, p. 21.
1988. PAYRÓ, Julio E., “La pintura” en: AA.VV., Historia general del arte en la Argentina. Buenos Aires, Academia Nacional de Bellas Artes, vol. 6, p. 194-195, reprod. color p. 197.
1991. GUTIÉRREZ ZALDÍVAR, Ignacio, Quirós. Buenos Aires, Zurbarán, nº 19.07, reprod. p. 427.
2005. LÓPEZ ANAYA, Jorge, Arte argentino. Cuatro siglos de historia (1600-2000). Buenos Aires, Emecé, p. 152-154, reprod. color p. 153.

martes, 21 de noviembre de 2017

Dibujando a El Giotto di Bondone

Tiza pastel sobre papel negro

Han pasado 37 años desde que realicé este estudio in situ de esta escultura, que está en el Museo Nacional de Bellas Artes de Santiago de Chile. Representa a Giotto, pintor florentino, dibujando sobre la tierra. Cuando la dibujé tenía su mano derecha intacta, la que sostenía una rama a modo de lápiz. ¿Quién se atrevió a romperla, eh?

"El Giotto", antes de la restauración.


La escultura El Giotto de 136 cm de alto, fue realizada en mármol hacia el año 1888 por Carlos Lagarrigue Alessandri (1858-1928) mientras cursaba estudios en la Escuela de Artes Decorativas de París, Francia. El artista residió también en Italia donde fue alumno de Julio Monteverde, maestro de Rebeca Matte. La obra recibió una distinción honrosa en el Salón de París de 1888. En 1891 fue adquirida por la comisión de Bellas Artes de Chile.
La figura de un niño pastor desnudo, dibujando con una varilla, describe una narración de Vasari, sobre la infancia de il Giotto di Bondone, el artista florentino que pintó la basílica de San Fransisco de Asis, considerada la cuna de la pintura italiana.
La historia cuenta que el pintor Cimabue, paseando por el campo, habría descubierto el talento del joven pastor, quien dibujaba a sus ovejas sobre el suelo, Cimabue decidió entonces poner bajo su protección e instruir a quien se convertiría en su fiel y más importante discípulo.


Según informa en MNBA el trabajo de restauración se realizó en 2008.

Algunas imágenes ponen en evidencia los años en que la escultura sufrió primero la pérdida del dedo pulgar y luego el índice de la mano que sostenía la varilla de bronce, pieza que desde entonces había permanecido en los depósitos del museo. El trabajo de restauración de la escultura El Giotto se realizó en 2008 dentro de la programación del proyecto patrimonial del Centro Nacional de Conservación y Restauración. El tratamiento consistió en una limpieza de la superficie del mármol y la reincorporación del dedo índice faltante que fue tallado en el mismo material. Una restauración anterior en que se había moldeado el dedo pulgar, permitió instalar nuevamente la varilla, que ha devuelto a la escultura su sentido original.





sábado, 18 de noviembre de 2017

Una pareja contra la corriente

Por muchos años la musa y modelo de Lev Tchistosky fue su propia esposa.


Tengo especial simpatía por estos artistas que son matrimonio "para toda una vida". Tanto Lev Tchistovsky como Irene Klestova no se obnubilaron por los cambios artísticos de comienzo de siglo XX, se mantuvieron fieles a la academia. Tienen algo de anacrónico, es cierto. Pero hoy por hoy, esa tozuda permanencia en la belleza es lo que llama la atención y marca la diferencia.

Lev Tchistovsky

Lev Tchistovsky nació en 1902 en Pskov, Rusia y murió en Cenevieres, Francia en 1969. Dejó un incalculable legado en sus obras. Fue un pintor figurativo, centrado en temas pictóricos de desnudos.

viernes, 17 de noviembre de 2017

Lola Mora y Rebeca Matte: Dos escultoras, una época y muchos prejuicios

Lola Mora trabajando en arcilla, en su taller con un modelo.


Hoy se conmemora el Día del Escultor en Argentina, en homenaje a la escultora más famosa de este país: Lola Mora, nacida un 17 de noviembre de 1866.
Tanto la argentina como la chilena Rebeca Matte Bello (1875-1929) compartieron una época signada por los prejuicios. Aunque las dos vivieron en Italia, no existen documentos que certifiquen que se conocieran, pero ambas representan una misma lucha: la de la mujer abriendo paso en un mundo de hombres.



LOLA MORA


Lola Mora fue una artista que se destacó en espacios generalmente vedados a las mujeres de su época y fue la escultora argentina más halagada y discutida de los últimos años del siglo XIX y comienzos del siglo XX. 
Su obra más conocida es la "Fuente de las Nereidas", denominada popularmente como Fuente de Lola Mora, un conjunto escultórico de mármol de Carrara que se inauguró el 21 de mayo de 1903.​
Entre los homenajes que ha recibido se encuentra la institución del 17 de noviembre, fecha de su natalicio, como Día Nacional del Escultor realizado por el Congreso de la Nación Argentina y la creación en 1998 de los Premios Lola Mora, con el propósito que "rompa con los estereotipos de género, promueva la igualdad de oportunidades y los derechos de las mujeres".

jueves, 16 de noviembre de 2017

Osamu Obi: El paso a paso en una de sus pinturas



Osamu Obi es un artista japonés que posee un exquisita factura. Publicó en una red social el proceso de creación de una de sus pinturas. Muy interesante y sorprendente, a la vez.

La obra será exhibida en el Museo Hoki durante tres años. "Si vienes a Japón -dice el artista en su facebook- ven a visitar el Museo Hoki. Allí se pueden ver muchas pinturas de realismo de artistas japoneses". Algún día iremos.

Museo Hoki


martes, 7 de noviembre de 2017

La influencia de los prerrafaelistas: Lawrence Alma Tadema

Under the roof of blue Ionian weather (1901)

Lawrence Alma-Tadema (1836-1912), fue un pintor neerlandés neoclasicista de la época victoriana, formado en Bélgica y afincado en Inglaterra desde 1870. Es conocido por sus suntuosos cuadros inspirados en el mundo antiguo.
Su relación con los prerrafaelistas es evidente al comprobar la temática de su obra, su amor por la naturaleza femenina y la exquisita factura de cada una de sus pinturas.


El artista

Nacido en Dronryp, pueblo frisón del municipio de Menameradiel, era hijo del notario Pieter Tadema, quien murió cuando Lawrence tenía solo cuatro años. Alma era el nombre de su padrino. Su madre (muerta en 1863) era la segunda esposa de su padre.
En principio, Lawrence tenía que seguir los pasos de su padre, pero al final se decantó por el arte y lo enviaron a Amberes donde en 1852 ingresó en la Academia de Egide Charles Gustave Wappers. Después estuvo en el taller de Jan August Hendrik Leys.
En 1859 ayudó a Leys en sus últimos frescos en el recibidor del ayuntamiento en Amberes. Es la exposición de la colección de Alma-Tadema en la Grosvenor Gallery de Londres en invierno 1882-1883, había dos cuadros suyos que marcan el inicio y fin de este primer período, dos autorretratos de 1852, y "Regateo", con Alma-Tadema pintado en 1860.

lunes, 6 de noviembre de 2017

Se puede vivir sola y bien en 20 ilustraciones



El ilustrador Yaoyao Ma Van As, ha tenido una interesante idea y ha creado una galería de imágenes tratando de reflejar en ellas lo que es vivir sola y las ventajas que esto implica. La finalidad es comprender la  magia de hacer lo que se nos antoje en cuanto a la libertad sin preocuparnos por nada ni por nadie.


Las personas somos seres que nos podemos adaptar a todo aunque en un principio nos cueste trabajo. Todo por primera vez causa miedo o sentimos cierta prevención, pero definitivamente somos seres que podemos tomar diferentes posturas frente a la vida, todo es cuestión de tener esa disposición y tomar el riesgo.
Algo que a muchos nos aterra es la soledad, deseamos sentirnos acompañados. Sin embargo es bueno tener nuestro propio espacio aunque sea por un tiempo, y averiguar si definitivamente vivir solo es tan difícil como muchos lo creen. (Mentes curiosas)



miércoles, 1 de noviembre de 2017

Patrimonio del MNBA: "Regreso de la pesca en Boulogne", de Jules Adler


Jules Adler ( Luxeuil-les-Bains , 8 de julio de 1865 - Nogent-sur-Marne , 11 de junio de 1952) fue un pintor francés, llamado «le peintre des hummes» por Louis Vauxcelles , pintor del trabajo, las huelgas y los trabajadores.

web 
Museo Nacional de Bellas Artes, Buenos Aires, Argentina

Comentario sobreRetour de la pêche à Boulogne 

Jules Adler fue conocido como “el pintor de los humildes” por el protagonismo que los trabajadores tuvieron en toda su pintura enmarcada dentro de la temática social. Retour de la pêche à Boulogne  fue realizada unos meses antes que su emblemática La mobilisation (1) y muestra el momento en que los pescadores vuelven de sus tareas cotidianas. Entre 1910 y 1913 Adler pasó sus veranos sobre las costas del mar del Norte y los trabajadores del principal puerto pesquero de Francia se volvieron sujetos de varias de sus obras. Retour de la pêche  muestra a hombres y mujeres cansados al final de sus faenas: dos de ellos aún no se han quitado las botas de pescar y la mujer de primer plano está vencida por el peso de la cesta que lleva sobre la espalda. Las caras están surcadas por el cansancio y las manos toscas y fuertes de los hombres los constituyen claramente como trabajadores manuales. Dos infantes acompañan la escena: una muchacha que también carga una cesta de pescado y un niño que mira las embarcaciones. Ambos están descalzos.
En ningún sitio del cuadro hay idealización sobre el trabajo que –desde que tienen memoria– vienen realizando estos pescadores. Sin embargo, el colorido del paisaje portuario no contribuye a reforzar la sensación dramática. Toda la parte posterior del cuadro está trabajada con una paleta luminosa que junto a la pincelada dividida logran dar dinamismo y claridad a la obra.
Jules Adler se había formado en París, en la Académie Julian principalmente bajo las órdenes de Tony Robert-Fleury y complementó este aprendizaje con la pintura al natural. En la última década del siglo, comenzó a interesarse por personajes populares encontrando entre los convalecientes, obreros y vendedores humildes a sus principales modelos (2). Con esta temática compuso obras que tuvieron buena acogida y fueron premiadas en sus repetidos envíos al Salón. Son telas de gran tamaño, que funcionan como instantáneas urbanas en las que el artista capta a los trabajadores desplazándose hacia la fábrica, en su noche de fiesta o al marchar en huelga. Retour de la pêche à Boulogne  se enlaza en esta serie. Exhibida por primera vez en el Salón de París de 1914 fue allí adquirida por el abogado e industrial argentino Tomás E. de Estrada.
María Isabel Baldasarre

Notas al pie

1— Inspirada por la guerra, esta tela se centra en la reacción de hombres, mujeres y niños ante un regimiento que parte para el frente. Se encuentra actualmente en el Musée de Belfort.
2— Cf. L. Barbedette, 1938.

Bibliografía

1938. BARBEDETTE, L., Le peintre Jules Adler. Besançon, Séquania, p. 58 y 77.


Otra de sus obras

Redes