Marta Such nació en Zapala, provincia de Neuquén, Argentina. Inaugura este viernes 16 de setiembre en la Legislatura de Neuquén la retrospectiva más importante de su extensa carrera artística.
En estos días de
confusión donde cualquiera puede ser artista y cualquier cosa es considerada
arte, es reconfortante presentar a una pintora "de aquellas".
Quien dice Marta
Such dice pintura. Y quien dice pintura también dice compromiso político; dice persecución, dolor y lucha.
Por Rubén Reveco. Licenciado en Artes Plásticas
La mujer, la
convicción, el grito y la artista parecen ser hitos que están siempre presentes.
Siempre está la mujer con sus sueños, con sus penas, con su pasión
incondicional, con sus temas pendientes, con su mal carácter, con su palabra
amable, con sus errores y con sus aciertos. Siempre está la artista. Porque en
su obra vuelve eterno el momento simple y diario de muchos... Cuando Marta Such
pinta, en realidad trabaja para pintar trabajadores.
Esto tiene
un precio. Ser una artista que denuncia para enaltecer un oficio también puede
ser una tarea dolorosa no sólo para el que padece la injusticia sino para el
que la denuncia.
Pero no todo es
protesta. Confiesa tener -como cualquier ser humano- temas pendientes y que
quiere “resolver lo antes posible”. Es la Marta Such íntima que conocimos en
una entrevista exclusiva para la revista Machete.
La obra
"Estos Hitos son cosas de mi tierra”, explica. En la exposición que inaugura este viernes
en la Legislatura de Neuquen, se mostrarán obras realizadas durante toda su vida artística. Fue en la galería de Oscar Smoljan donde realizó su primera muestra individual en 1983.
“En una
casita que tenía Oscar… cuando recién llegó a Neuquén, alquiló donde ahora está
el Partido Justicialista (o estaba), a media cuadra de la gobernación, en la
calle Roca".
-¿Y
cómo le fue?
-Todos los
cuadros fueron vendidos. Eran testimonio de mi soledad. Para mí el año ´83 fue
una etapa muy dura. Desde el ´74 empezamos a sufrir persecución política.
Todo el lío de mi vida empezó ahí. Nos escondimos en Zapala. No pinté hasta
1982 y para esa muestra sólo presenté mujeres solas.
-¿Siempre desde lo figurativo?
-Siempre. Porque
necesito la claridad del mensaje. Lo abstracto nunca lo entendí. Pero si hay
una buena conjugación de elementos, de forma y color, lo acepto; si hay un buen
diseño cumpliendo todas las normas estéticas, ciertas convenciones de combinar
colores, armonía y composición no me importan si es abstracto o figurativo.
Lo que no me
gusta es la negación de la escuela. Más de una vez me preguntaron: "¿vos crees
en la enseñanza artística?". Una vez recuperada la democracia en el año ´83 estalló la libertad. Y resulta que Jorge Micheloti, Carmen Oliveto, yo -y
otros tantos- nos rompíamos el alma y queríamos que los alumnos aprendieran el
oficio de ser artistas y que después hicieran lo que quisieran. Pero había un
movimiento como de libertad absoluta… yo fui hasta denunciada por alumnos por
autoritaria porque querían ser libres: “Basta de sumisión y de autoritarismo”.
Entonces había un lío…
-La enseñanza va con la disciplina y eso tal vez lo asociaban a lo militar…
-Yo prefiero conocimiento del oficio. Si un carpintero no aprende su oficio no podrá hacer
un mueble o un zapatero no podrá hacer zapatos... Y después vendrá la "libertad que tanto anhelan", podrás hacer llorar a la gente como podrás hacerla reír. El
espectador no puede ser indiferente… Si hay algo bien hecho siempre el
resultado será la emoción.
-¿Está
conforme con su pintura, tiene un tema pendiente?
-El tema
pendiente soy yo: Marta. No tengo ni la menor idea de quién es Marta, le han
pasado tantas cosas. Lo personal nunca salió. Hasta el estilo quisiera
cambiarlo, pero jamás a lo abstracto.
-¿Pero en esa necesidad de expresión qué es lo pendiente?
-Me adelanté 30
años en la cuestión social. Me pasé pintando a mis tíos, porque la verdad es
que todos mis trabajadores son mis tíos. Siempre lo digo, porque me crie
abrazada por albañiles. Ellos cantaban y tocaban la guitarra y eran actores y tocaban
todos los instrumentos.
Yo andaba a los
gritos en el año ´83, ´84, ´85, con los mineros. La primera muestra de
trascendencia que realicé un 7 de mayo, Día de la Minería fue en Zapala. Y en
la inauguración estuvo Amado Sapag, el intendente. Apareció con un ramo de
flores y lo más lindo que cuando mostré el video me querían matar mis
compañeros justicialistas (risas). Después de la minería me fui a los
yacimientos, vi en qué condiciones trabajaban. Tengo un audiovisual en
diapositivas muy lindo.
-¿Lo político, lo social, siempre?
-Siempre, todo me
gustaba.
-Qué
papel juega la belleza cuando muestra todo ese trabajo, esforzado, sudoroso,
desmedido, sacrificado, mal pago ¿Qué tiene que ver con la belleza artística?
-Lo estético
siempre está presente. Para mí lo estético está en la naturaleza, me refiero a
lo vegetal, las montañas, los ríos.... Pero la belleza que yo veo trasciende a lo
social. El paisaje del obrero trabajando no lo supera nada, no sé cómo no se
dan cuenta. Son bellísimos los obreros de la construcción, por ejemplo.
-Más
allá del tema, sus cuadros son bellos.
Sí. Me nace
naturalmente porque, por Dios, me costó mucho. Tuve los mejores maestros, que
se esforzaron para que yo entendiera. Aprender a ver, aprender a medir, aprender
a gozar de una buena composición.
La artista de 20 años.
Such
intima
-Volvamos… ¿qué tema pendiente existen en Marta Such?
-Yo, Marta. ¿Cuándo
voy a pintar algo íntimo? Las cosas que me pasaron, mi hijo, mi madre, los
dolores y las alegrías. Jamás pinté a mis padres, aunque a mi nieto sí. Pero a
ellos no pude pintarlos. A mi papá laburante...
-
¿Y está en eso?
-Ya hice una pintura,
pero no la voy a mostrar. Ya salió una, figurativa, muy extraña con un dolor
terrible de mi vida, de un drama que hay en mi vida, tremendo, personal,
totalmente personal, y salió. Está el cuadro pero no lo vio nadie.
-¿Y le duele?
-Uf, me mata, me
dan ganas de morirme ya. Porque tal vez me reconcilie con muchas cosas si logro
pintarlo. Porque está ahí adentro, como un bicho que lo escondí desde siempre,
creo que a todos nos pasa.
-¿Habría que dejarlos atrás?
-¡Nooo, yo quiero ser feliz! Voy a sacar esos bichos y veremos qué pasa.
-¿Habría que dejarlos atrás?
-¡Nooo, yo quiero ser feliz! Voy a sacar esos bichos y veremos qué pasa.
-¿Los podemos liberar con la
pintura?
No lo sé. Ya
empecé, hasta el momento me ha servido... sólo para hacerme llorar (risas). No sé si me curaré.
-¿Llorar es bueno?
Sí,
posiblemente sí. Pero como no lo termino de desarrollar, le falta la salida, no
lo logro.
-¿Cómo
expresa el dolor un pintor? Para un escritor, un músico o un cantante le podría
resultar más fácil.
-Cuando lloras
sos capaz de trasmitir ese llanto mejor que nunca. Yo ahora quiero
pintar la Marta llorando, pero la Marta llorando en serio, sin pensar en nada
más, ni por qué lloré, ni nada… desde la tristeza denunciar, aunque parezca
mentira, es una denuncia social, es un testimonio. Pero desde mi vida íntima,
me cuesta explicarlo. Me gustaría reunirme con Marta algún día antes de irme.
-¿Hay dos Marta en conflicto?
-Sí, sí. Me
ocupó toda la vida la otra, la social.
-Nosotros al menos conocemos a una.
-¡Todos
conocemos solo uno de uno! A vos te conozco solo uno. Yo creo que todos somos
muy parecidos. Eso lo vas notando con los años… vos te creías que eras el único
que estabas atravesando por tal cosa y los seres humanos pasamos
todos por lo mismo. Siempre mamá, papá, hijo, marido, primo, hermanito,
hermanita, esa primera parte familiar la enterramos o la sacamos. Pero además problemas con los amigos que creíamos de verdad. Las traiciones…
-¿Y con el paso de los años ha sabido templarse? ¿Ser más tolerante, por ejemplo?
-Sí, y en estos
últimos años más que nunca. Yo abrazo. Yo no abrazaba a la gente, porque
nunca nadie me abrazó a mí. Hablo de ese abrazo ¿No? Y entonces
empecé a abrazar y me encanta. Quiero decir que acá está empezando una
reconciliación. Y cuando hablo de abrazos hablo de hermanos, hijos, amigos,
todos. Puedo abrazarlo, tocar al otro. Creo que uno se muere cuando se tiene
que morir. Así que hasta que no termine de arreglar algunas cuentas pendientes no me voy a morir. Y como me faltan muchas, voy a vivir bastante.
-¡Larga vida a Marta!
-Gracias.
-¡Larga vida a Marta!
-Gracias.
Entrevista que le realizara en 1992, para el diario La Mañana de Neuquén. En esa oportunidad expresó: "...bienvenida la ciencia, el avance, el futuro. El láser, la computadora. Esto significa que cada vez vamos a hacer más cosas. No creo que los movimientos puedan ser reemplazados. Somos producto del pasado en unión con el presente. Pero nunca dejarán los pintores de pintar".
Junto al escritor Oscar Sarhan, director de Gestión Cultural de la Legislatura de Neuquén.
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