martes, 11 de junio de 2019

10 consejos para pintores principiantes

"El pintor en su estudio" (1629) Rembrandt


Nota de la Redacción

He querido reunir en una sola entrega lo que hace unos años publiqué en este mismo blog en 10 capítulos por separado. De esta forma, el acceso a sus contenidos es más fácil. Espero que sea de utilidad.

Primero que nada tengo que decirte que estás por realizar una de las actividades más misteriosas y antiguas de la historia. Mucho antes de que los seres humanos empezaran a pintar o esculpir habían utilizado el fuego, pero el fuego era algo que ya existía. Habían utilizado las vestimentas para protegerse del frío, las mismas que cubrían los cuerpos de los animales. Habían aprendido a navegar, seguramente agarrado de un tronco que flotaba a la deriva. Pero nunca habían hecho lo que nosotros llamamos arte, porque dibujar o pintar era algo sin precedentes. 

Por Rubén Reveco, licenciado en Artes Plásticas


Ilustración de Arturo Asensio 

1) ¿Seguro que quieres ser pintor?

Cuando hoy vamos a la librería y compramos carbonilla (unas inocentes ramitas de sauce) estamos por repetir un proceso originado hace miles de años. Porque al trazar una raya sobre una superficie estamos repitiendo lo que hicieron nuestros antepasados prehistóricos, cuando de un resto de una fogata tomaron una rama con su punta carbonizada y la usaron para hacer un trazo sobre la pared de su caverna: Habían inventado las artes plásticas.
Es decir, trabajaron con materia inerte pero con características de plasticidad. El barro, la piedra, las tierras de colores se podían modelar, alterar y transformar no sólo en objetos utilitarios (herramientas  y vasijas, por ejemplo) sino en objetos artísticos. Como un bisonte en la pared. Eso sí, no era un bisonte de verdad, era una representación. Estaba ahí, en la pared, no se movía, no era peligroso, pero existía. 


¿Qué había sucedido? 1) Conocíamos a los bisontes. 2) Sin verlos podíamos recordarlos. 3) Gracias a la memoria podíamos “ver” cómo eran. 4) “Verlos en nuestra memoria” nos permitía representarlos con fidelidad. Algo había cambiado.
Todos podían hacer fuego, todos podían cazar o matar un animal para alimentarse pero no todos podían dibujar. Y esta característica hacía del nuevo oficio algo exclusivo y convertía al artista en un pequeño Dios. Algo nuevo había pasado y no era una simple habilidad en acción. Un sector del cerebro se había activado y otorgaba a unos pocos la capacidad de representar.
Así que, por favor, mucho cuidado cuando decidas dibujar y tengas entre tus dedos esa humilde ramita de sauce. Se digno de ella y tomate en serio lo que estás por hacer. Estás repitiendo algo que no ha muerto ni morirá por los siglos de los siglos. Amén.

En desmedro de su autonomía, históricamente el dibujo ha sido considerado subsidiario de la pintura, lo que se pone de manifiesto a través de las innumerables historias de la pintura y las escasas historias del dibujo que se han publicado.

Primero tienes que ser un dibujante

No intentes ser pintor sin antes ser dibujante. Lo primero es el dibujo que -como todo- se puede aprender y también ser un fin en sí mismo. Existen grandes dibujantes del realismo contemporáneo y no han pretendido más. La gama de posibilidades que ofrece dibujar es tan amplia como la gama de grises que ofrece un lápiz. Muchas veces, el dibujo se presta mejor para realizar ciertos temas como el paisaje urbano o la figura humana.
En ese difícil período de aprendizaje si te cuesta dibujar “bien” no dudes en calcar. En la práctica de todos los días tendrán tiempo para ir habituándote al oficio de realizar y conocer a la vez.
No te confundas, virtuosos hay muy pocos y no por eso vas ha renunciar a tus metas. Lo importante es la constancia y agudizar el sentido de la vista. Se paciente. Una buena pintura realista no está conformada por sólo un buen dibujo. Los hiperrealistas de la década del 70 proyectaban la imagen de una diapositiva sobre la tela y así copiaban.


Sugerencias prácticas para dibujantes realistas  

A) Dibujar es mucho más económico que pintar. Compra los mejores materiales. Un buen papel, sin textura y opaco. Sólo así, la permanencia de tu trabajo estará garantizada en el tiempo de modo inalterable. Es importante que sea opaco ya que el satinado (brilloso) no te permitirá adherir el grafito a la superficie. El papel ilustración es bueno para trabajar con tinta. ¡No lo dobles ni lo enrolles! La superficie debe estar impecable.

El siglo XX, por fin, ha sido testigo de la liberación del dibujo, ya que paralelamente a los procesos de los géneros tradicionales, tanto como al surgimiento de los nuevos, el dibujo ganó su legitimación. A esto hay que agregar que el dibujo ha acompañado la dinámica de cruces de lenguajes ,como se comprueba por ejemplo en la fotografía intervenida, el objeto pictórico o el dibujo digital, entre otros ejemplos.

B) Para los primeros trabajos que la hoja no exceda los 40 x 50 cm. y se pueda adaptar bien a un tablero liviano. Debes estar cómodo donde quieras sentarte a dibujar. Con cinta de papel pega las cuatro esquinas de la hoja al tablero. Al final de cada sesión cubre tu trabajo con una cartulina pegada a la parte superior que lo proteja para cuando no estés dibujando. No debe ensuciarse... es muy difícil reparar un dibujo dañado. Se siempre cuidadoso y paciente.
Dibuja de arriba hacia abajo para no manchar con el dorso de la mano. También puedes proteger la parte ya resuelta con una hoja de papel A4. Usa fijador spray sólo cuando estés seguro que has terminado.


C) Cuando compres lápiz también elige las mejores marcas (de los duros a los blandos). No te olvides de un buen portaminas para los detalles. Y desde luego, una buena goma; si es pequeña, mejor.
En la actualidad existen en el mercado muchos productos que yo no conozco y que pueden ser útiles. Al dibujante se lo asocia con el lápiz, pero puedes usar muchos otros materiales: grafitos, carbonilla, tintas, fibras, hasta gomas de borrar. Pero lo importante es empezar con el lápiz. 
D) Practica e investiga. Gasta materiales. Aprende a usar la gama de posibilidades que te ofrece el lápiz. Desde el negro absoluto hasta el blanco. Hace ejercicios en escala de grises y traza líneas de diferentes grosores e intensidades. Suelta la mano, conoce el material. Juega con las texturas. Compra una lija de grano grueso y ponela debajo del papel y hace trazos gruesos encima con un lápiz blando (4b, 6b, 8b), verás la textura que se logra. Del mismo modo, si tienes una paleta de pintor que está seca pero más o menos lisa, hace lo mismo. Lograrás efectos no tan regulares y mucho más sugerentes. Hace un catálogo de texturas que en el futuro te servirán.
Paralelamente a estos avances, es necesario tener en cuenta una vertiente importante del dibujo que se ha desarrollado en la gráfica desde las primeras décadas del siglo XIX y que aun presentado distintos grados de demostración no ha desaparecido, manteniendo un espíritu crítico y satírico acerca de los diversos aspectos de la sociedad y su historia.

¿Qué dibujo? 


Seguramente vas a usar una fotografía, no hay problemas. Pero tiene que ser tu fotografía. En el momento en que salgas a la calle a ver qué “atrapas” ya estarás haciendo un acto de creación. En la era de la imagen digital es fácil poder seleccionar en tu computadora una de alta resolución, y eso ayudará.  No vas a copiar una fotografía, vas a dibujar el tema que te proponga tu fotografía.
Pero no vayas a creer que resuelto el dibujo el resto ya está “cocinado”. Antes que eso, debes elegir qué vas a realizar. Y ese es un tema que tiene que ver con tus gustos y tus convicciones. Porque una obra de arte es forma y contenido.
En la elección, sin saberlo, estarás determinado por tu propia forma de ser, por tus gustos, por el lugar donde vives, por tu entorno, por tu edad o por tu sexo.
Para ello es importante saber qué pretendes ahora que quieres ser pintor. Pero ese es un tema para la próxima entrega.


2) El tema

  


El tema en el arte es todo un tema. Primero porque es muy importante, como artista eres un comunicador, y segundo, porque es tu elección y deberás aportar un grado de exclusividad. Nadie te puede decir qué pintar.


Te pueden sugerir, pero la elección deberá ser tuya. Esta elección la puedes hacer en simultáneo a tu etapa de aprendizaje. Es cierto que en un comienzo harás de todo: naturaleza muerta, figura humana, pintura histórica, paisaje rural y urbano, etc. Pero -irremediablemente- llegará el momento en el que debas elegir qué te interesa y qué forma le darás a tu expresión.
“Siento que no se me ocurre nada para representar”, podrás decir. Deja que pase el tiempo. Para mientras, ejercita, aprende, observa, compara, lee los diarios, escucha las noticias, toma decisiones. Crece y madura. De a poco irás definiendo qué hacer, qué representar y cómo expresarte. Qué sentido le vas a dar a tu arte. Porque el arte -no te olvides nunca- es forma y contenido.

Naturaleza muerta
1) Si te interesa la realidad social y política y estás preocupado por lo que pasa en el mundo, debes ser un pintor realista.
2) Si te preocupa la naturaleza, el medio ambiente, la flora  y la maravillosa fauna, debes ser un pintor realista.
3) Si te interesa  representar la belleza del cuerpo humano en el desnudo de una mujer, por ejemplo, debes ser un pintor realista.
4) Si te interesa la ciudad con sus personajes anónimos caminando sin destino conocido, deberás ser un pintor realista.

Objetos
Yo -sinceramente- no comprendo a esos colegas que levantan banderas de todos colores reivindicando luchas de toda naturaleza y cuando se encierran en su taller hacen una pintura abstracta o geométrica. Le huyen al realismo pero es la realidad lo que los atormenta. “Luchan por un mundo mejor” pero no quieren representa ese mundo en sus obras. Salen de su taller a protestar por las injusticias sociales -o por lo malo que es el capitalismo- pero son discípulos de Kandinsky, de Mondrian, de Pollock. Yo digo que deberían de aprender de los muralistas mexicanos que sí tenían preocupaciones sociales, militaban y sus murales eran un testimonio comprensibles de sus inquietudes.
Tema religioso
El realismo -en todas sus variantes- logrará manifestar de una manera clara y contundente lo que estás pensando y deseando.

Sólo que para hacer realismo vas a tener que trabajar. Te costará y te sentirás defraudando porque no avanzas. Muchos quedarán en el camino y elegirán ser pintores abstractos (que el espectador se imagine lo que quiera). Y si no quiero ensuciarme las manos con óleo ni aspirar olor a trementina -pero quiero sentirme artista- entonces tendrás una gran variedad de posibilidades ofrecidas por el arte contemporáneo: land art, earth works, performan, arte conceptual, happening, video art, instalaciones, intervenciones, etc, etc. Con un poco de imaginación (sólo poca) y ayuda estatal lograrás estar en la cresta de la ola.


 Figura Humana

Pero tú quieres ser pintor realista porque el realismo (curioso asunto) no ha muerto. Ha soportado estoicamente el vendaval y se mantiene firme porque es el único que puede transfigurar y representar la realidad que nos rodea. Porque la realidad es contundente y no puedo evadirla; no puedo esconderme de la realidad, la mía, la de nuestra ciudad, la de nuestro país y la de nuestro planeta, que es hasta donde conocemos.
Histórico

Ya sabrás elegir, no te desesperes. Si tu maestro te dice que dibujes una manzana, dibuja la manzana. En un lindo fruto y tiene una forma muy característica. Siempre es manzana y tiene sabor y olor a manzana madura. Cuando le hincamos el diente se resiste en un principio y si apretamos un poco más se “rinde”, afloja y su jugo corre por nuestros labios. Hace la prueba, siempre que le das un mordisco a una manzana a continuación te secarás con la mano la boca. Te secarás ese bello jugo que fermentado es una de las bebidas más antiguas y popular: la chicha.

Rincones

Todo objeto tiene una historia. Estudia en profundidad lo que vas a representar y aprenderás a amarlo. El paisaje cambia según la luz, la ciudad tiene otros protagonistas por cada segundo que pasa. Busca los habitantes que te gustan. Están los niños, los viejos; está el lujo obsceno y ostentoso y está la miseria. En los parques podrás encontrar a la gente solitaria, la que espera, la que descansa. Todos tienen un propósito, una historia interior con sueños y tristezas.
Pero si te gusta trabajar en la tranquilidad de tu taller, puedes elegir con cuidado. Preparar una escenografía donde actúan tus personajes. Iluminar como quieras y donde quieras.
La guerra

Lo real no es sólo lo que tus ojos ven. Lo real tiene que ver con esa porción de tiempo que la vida te ha dado la oportunidad de protagonizar. Cuando empieces a madurar (como la manzana) definirás qué representar. Será parte de tus sueños o de tus angustias, donde reina la fantasía que también se nutre de lo real. Y en esto, el tema que elijas tendrá mucho que ver.


3) Teoría y práctica 

"El taller del pintor", de John Navas.

Para que la obra que estemos preparando sea un conjunto sólido y contundente debe existir una adecuada correspondencia entre la teoría y la práctica. La teoría (la elección del tema, por ejemplo) conduce y marca el camino. No hace dudar ni perder el tiempo. En un comienzo la duda es buena pero se convierte en una patología cuando te extravías.

Pero las dos -teoría y práctica- se nutren una de otra. Son como dos dioses que se crean en forma mutua. La teoría (el concepto) está manejada por el intelecto y la práctica (el trabajo) por la pasión, el esfuerzo, la constancia y el corazón.
Para que tu esfuerzo no sea algo inútil y tu obra un conjunto coherente (algo que veremos en próximos capítulos) debes ser un artista con inquietudes intelectuales. Si no vas a una escuela de arte en la cual deberían enseñarte historia del arte, estética y otras materias de tipo teóricas, la iniciativa debes tomarla tu mismo. Estudia, formarte. Gracias a Internet puedes acceder a mucha información gratis que te ayude a tener en claro por qué quieres ser artista, por ejemplo. Información que te entregue un panorama de los diferentes movimientos artísticos y sobre el deterioro que han sufrido las artes plásticas en los últimos cien años.

 Obra de Jeffrey T. Larzon.


"¡No, no, pero ya no se pinta!" 

Muchos te van a decir: “¡No, no, pero ya no se pinta!, tienes que ser un artista contemporáneo, la pintura ha muerto”. Y el que pinta te dirá: “¿Realismo? pero eso es anacrónico, ¿cómo vas a perder tanto tiempo en pintar así?
Y es porque en parte en el siglo XX se cambió calidad por cantidad. Y el objeto de arte de una pieza de culto como era hasta el siglo XIX, se convirtió en una moneda de cambio.
El asunto es que si decides ser un pintor realista estarás bastante solo; la mayoría de las galerías de arte no se interesarán en tu propuesta; en los concursos de arte fracasarás una y otra vez (con suerte, una mención); los críticos se encargarán de denostarte y la prensa de ignorarte.
¿Estoy exagerando? tal vez. En Estados Unidos nunca el realismo dejó de existir, en Europa las cosas están cambiando hace rato y en Asia (China, Corea y Japón) existe una floreciente escuela de realismo contemporáneo. En América Latina -como casi siempre- existe una tardía y lenta reacción, que analizaremos en otra oportunidad.

Obra de Pedro Campos.

¿Y la inspiración? 


¿En esto de la teoría y la práctica, qué papel desempeña la inspiración? Eso pareciera estar bien para los poetas pero el pintor es un artesano; un trabajador manual; un artista plástico. En el siglo XX cuando surgió el arte abstracto se le adosó esa condición a los pintores. Había que estar inspirado para hacer obras de calidad. Resulta que los abstractos cuando trabajaban decían vivir una especie de posesión creativa que los hacía pintar casi de modo inconsciente durante horas. ¡Todas macanas! Nada de esto es verdad. Ni siquiera en el caso de nuestro querido Vincent van Gogh podemos asociar (como muchas veces se hace) el trastorno emocional a la creatividad artística.

¿Y entonces?


a) No te quedes de brazos cruzados esperando ese soplo sagrado. “La inspiración que me encuentre trabajando”, decía Pablo Picasso. La inspiración es talento motorizado por el trabajo.
b) El arte está lleno de mitos que no sirven de nada.
c) El trabajo del artista es un trabajo más y que se realiza con el intelecto y el esfuerzo físico.
d) Eso sí, genera tristeza, frustración, entusiasmo, enojo y alegría en un breve período de tiempo. Todo junto.
Obra de Sergei Marschenniko.
¿Morirse para ser famosos?                   

El arte no da dinero. Hablo en nombre de la mayoría y en la mayoría de los casos los pintores tienen que dedicarse a una o más actividades paralelas. Actualmente, la más conocida es la pedagogía. No existen pintores profesionales. Los grandes genios del Renacimiento dependieron del mecenazgo y si ellos no tuvieron independencia económica no tendríamos porque sentirnos avergonzado por tener un “rebusque”  para sobrevivir.
Ya que mencionamos a Vincent, este dependió económicamente de su hermano Theo y es famoso el dato estadístico de que no vendió ni una sola pintura en sus largos tormentosos 37 años de vida. Ni una sola obra en vida, hasta que el mercado financiero y los inversionistas especuladores vieron que esa leyenda negra podía ser un buen negocio. Y tuvieron razón, el pobre y miserable Vincent fue un buen negocio.
El arte está lleno de mitos que no sirven para nada. El más famoso y el que más daño ha hecho, es el implantado desde comienzos del siglo XX y que tiene que ver con la sobrevaloración de la obra tras la desaparición física del autor.


En resumen                                                                        

Formarte, conoce los riesgos, sueña pero no demasiado. Fortalécete porque te estás metiendo en un buen lío (hay líos buenos). El arte es un trabajo como cualquiera porque siempre dependerás de dinero para pagar el alquiler, pagar tus servicios e impuestos. Educar a tus hijos.
Y si bien formas parte de la misma legión de los trabajadores del mundo que necesitan comer para no morir de inanición, encontrarás en la actividad artística satisfacciones y alegrías insospechadas para el resto de los mortales.
Tu vida será dominada por algo intangible parecido a una obsesión positiva. Estarás desvelado en tu cama pensando en cómo resolver ese rostro o mientras almuerzas pensarás qué pasaría si cambias ese color de fondo. Tu obra inconclusa no te dejará en paz y será ella la que te mire de reojo. Terminarás “castigándola” dándola vuelta para la pared.
Constancia y perseverancia. Sé testarudo, no te rindas. Pero analiza por qué esa pintura que estás haciendo no va, pide ayuda y no te rindas por mucho tiempo. Trabaja pero focaliza tu esfuerzo. Tienes algo para hacer y tienes algo para decir. Esa es la misión del artista pero no creas de que es algo fácil. Y sobre todo que algo intangible, un soplo divino va a solucionar tus problemas. Como decía Leonardo: “99% de transpiración y 1% de inspiración”.

4) Composición

 
La composición en las artes visuales es el plan. La distribución de los elementos en un determinado plano.
Hoy hablaremos de composición, manzanas y otras frutas menores. De cosas obvias, pero no tanto. Resuelto el tema a representar (una manzana, por ejemplo) está por definir qué reparto le doy en mi obra. 


La manzana      

Por lo general, hará el papel protagónico, pero existen infinitas combinaciones y pueden ser una, dos, o un grupo de manzanas. Pueden estar en un primer o segundo plano, entre las opciones más recurrentes. 


Todos sabemos cómo es una manzana. Lo más ancho está en la parte superior y lo más angosto en la inferior. Pero la base tiene tres puntos de apoyo que le permiten sostenerse parada. El plátano, la naranja, el limón, la uva no poseen esa propiedad. Quedan “tiradas” sobre la mesa no importando mucho su posición. Sólo la manzana mantiene (después de haber vivido descolgada) cierto status y que nosotros debemos respetar.


La obra de arte satisface si los elementos se acomodan de un modo equilibrado.


¿Para qué hizo la naturaleza este recurso práctico e ingenioso en un fruto que nace y se desarrolla colgado de la rama de un manzano?  “Que pregunta más tonta”, dirán ustedes. Puede ser, pero no crean que tenga una respuesta fácil. Lo único seguro es que podemos desprenderla de la rama -sin escuchar un solo quejido- no para comérsela sino para representarla. Porque le vamos a dar otra vida, antes de que se pudra por ser separada del árbol materno.
 La composición también puede ser definida como la organización de los elementos del arte de acuerdo a los principios del arte.

Si bien el fruto elegido tiene una forma casi estándar, se diferencian entre ellas por sus colores. Podemos comprar dos verdes y una roja. Dos colores opuestos, lo que ya está determinando que en nuestra pintura el color tendrá un importante protagonismo.
¿La roja en el centro? ¿Las tres alineadas en forma horizontal para que todas tengan la misma importancia? ¿Sobre qué las apoyamos? Si lo hacemos sobre una mesa ya tenemos otro objeto como parte de la composición. Y si la mesa tiene un paño o mantel, agregamos un actor más. Son problemas simples pero que el artista debe saber cómo resolver.



Casi siempre se respeta el tamaño original del fruto. Pero hay excepciones, ya se puede pintar una manzana de un metro de alto por 80 cm. de ancho. Pero a pesar de sus proporciones sigue siendo una manzana. Un pintor realista respeta rigurosamente las medidas originales de los objetos elegidos. 

Por otro lado, si la manzana es de tamaño original, las medidas del soporte (tela o madera) sugiero que estén en relación al objeto protagónico (30 de alto por 40 cm. de ancho). Lo que no quiere decir es que en una tela de dos metros de ancho por 1.50 de alto se represente sólo una manzana de 10 cm. de alto. No hay nada que me lo impida. Partiendo del principio del punto negro sobre una superficie blanca. ¿Qué se ve primero, el punto negro o el blanco de la hoja que ocupa el 99% de la superficie? 


El término “composición” significa básicamente “juntar”. Cualquier obra de arte, de la música a la escritura, se arregla de acuerdo a una idea consciente. Es decir, en la realidad no existen dos o tres manzanas prolijamente ubicadas sobre una superficie o en una frutera acompañadas de naranjas, plátanos y peras. Están colgadas en un árbol; su lugar natural. Nosotros la arrancamos de su “hogar” donde han nacido. No es bueno para la manzana lo que le hacemos. Y después de desprenderla, nos la comemos. ¡Fatal!


Pero en una obra de arte una manzana puede dejar de ser un objeto físico atraído por la gravedad y levitar. Representa a la tentación, ser un fruto envenenado en un cuento infantil, ser símbolo de una de las empresas de informática líderes del mundo. Una manzana puede ser mucho más que una manzana.
Menos mal que existen los pintores que las eternizan y les dan una oportunidad de estar a salvo de los agricultores, comerciantes, compradores y degustadores. Además, sólo el artista les da la oportunidad de otra vida, con emociones y capacidades diferentes. 
Existe una anécdota de cuando Walt Disney era niño. En la escuela su maestra les pidió que dibujaran alguna flor que recordaran. Disney hizo dos, una al lado del otra en actitud de dialogar, con los típicos globos de las historietas donde van las palabras.
-¡Walt! -exclamó la maestra- las flores no hablan!
-Las suyas no hablarán, las mías sí” -le contestó el niño.


Trascendencia del objeto simple

Nunca subestimen un modelo aparentemente simple. La superficie de la manzana está cubierta de matices leves pero diferentes. Sus “manchas” obedecen a un patrón establecido en su genética y su cuerpo resistente alberga en su centro el tesoro más preciado: sus semillas.

Sin embargo hay artistas que tratan de interrumpir la composición tradicional y desafían al espectador.
Una manzana sostenida por la mano de una mujer representa una historia sórdida de dos inocentes acusadas de pecados incomprensibles. Si bien el Génesis no nos dice que el “fruto prohibido” era una manzana, con los años le dimos ese “mal honor” que ha llegado hasta nuestros días. Actualmente, si queremos representar una escenas de alto vuelo erótico, mostramos la boca de una mujer a punto de morder una manzana roja. Tiene que ser roja, porque el rojo representa la pasión.
¡Ojo, cuando pintamos una manzana nos podemos estar metiendo en problemas!



A modo de conclusión

1) Para empezar, elijan objetivos simples. Empecemos por la “A”. Un pintor que comienza todavía no sabe hablar. Si abordamos una composición compleja seguro que sucumbiremos en el intento y vendrá la frustración. Tiene razón en las escuelas de arte cuando los primeros modelos son cubos, esferas y pirámides. Son los más simples pero, tampoco, fáciles.
2) Hagan una serie (seis pinturas) en un formato mediano (60 x 50 cm.). Es lindo entrar a una sala de exposición y ver que todos los cuadros tienen la misma medida. Eso generará una sensación de orden.
3) Dos o tres protagonistas por cada obra.
4) No se preocupen del fondo. Algo neutro, en lo posible claro. Una sutil degradación; nada más. Nada que distraiga el monólogo de nuestro actor principal. Ni un solo ruido; una pintura también puede ser silenciosa.
5) Gracias a la imaginación y a la fantasía -condición propia del verdadero artista- podemos “hacer hablar a la manzana”, hacerla viajar por universos surrealistas insospechados o invitarla a ser parte de nuestra fantasía y nuestro propio anhelo de trascendencia.
Juntos podemos llegar muy lejos.



5) Armonía y color

 

Bartolomé Esteban Murillo (1617 - 1682) 


Por lo general cuando se habla de armonía es para referirnos a una característica de la música, pero el término tiene muchos significados (musicales y extramusicales) relacionados de alguna manera entre sí. En términos generales, la armonía es el equilibrio de las proporciones entre las distintas partes de un todo, y su resultado siempre connota belleza.

Diego Velázquez (1599 - 1660)

Hemos llegado a la mitad

Centramos en el color esta quinta entrega de los “10 consejos para pintores jóvenes”. Porque las pinturas están hechas de pigmentos. Por eso se llaman así: pinturas. No importando si son realistas o abstractas. Siempre ha existido el realismo (y seguirá existiendo) y de algún modo siempre ha existido el arte abstracto y geométrico. En las guardas del arte precolombino, en el arabesco de los muros árabes y en detalles de pinturas de Rembrandt, de Goya, de los impresionistas y en el siglo XX. Por lo tanto, no nos preocupa la forma, sino el color.


Lawrence Alma Tadema (1836 - 1912)


Armonía social, colectivo e individual        

Como todo tiene que ver con todo, es imprescindible hablar de la armonía asociadas a otros ámbitos que no son los artísticos y que nos ayudarán (creo yo) a comprender porque en el arte es un bien tan preciado.
Una sociedad está en armonía cuando sus habitantes se respetan y cumplen las leyes que determinan una convivencia civilizada, cosa difícil de lograr si existen desigualdades sociales, corrupción generalizada y falta de justicia. Pero como todo empieza por casa, antes de lograr la llamada paz social está el desafío que plantea lo familiar. La falta de amor, la traición, la violencia despótica, el autoritarismo de los padres hacia los hijos y la rebeldía de éstos hacia sus progenitores hacen que el “hogar dulce hogar” sea sólo una utopía.
Por último, está la pretendida armonía individual. Esa quimera interior que muchos añoran como si fuese un paraíso perdido y que no existe porque dentro nuestro siempre hay un dios y un demonio en conflicto. Y que la paz que algunas veces logramos con tanto esfuerzo no es más que un efímero suspiro.


Edward Burne-Jones (1833 - 1898)

Sólo nos queda el arte
                                                        
Dicho esto, es más fácil lograr obras de arte que sociedades armónicas. Una pintura es el resultado de la decisión de una persona con talento. En una sociedad, en cambio, son diversas voluntades enfrentadas; muchos intereses en pugna que dificultan una convivencia respetuosa.
La armonía en el arte, entonces, es el resultado de un ideal utópico inexistente en el mundo de los seres humanos. Son cualidades inmutables que el artista transfiere a la obra de arte y que la ha convertido en un objeto inalterable desde el comienzo del arte. Muchos ejemplos hacen de una pintura un objeto familiar pero inalcanzable por los valores que representa: equilibrio, complemento, atracción, respeto, amor, unidad, proporción... o sea, armonía. Una obra de arte es un objeto feliz.

Jean-François Millet  (1814 - 1875)


¿Y cómo se logra?

El personaje “bueno” y el personaje “malo” en el cine, en la literatura o en el teatro son opuestos pero complementarios. Se necesitan para que la trama pueda desarrollarse. En la pintura, en la música y en la danza no hay bueno ni malos. Los objetos principales y secundarios no se repelen, el sonido y silencio se necesitan y la sutil delicadeza de una bailarina también convive con los saltos acrobáticos. Es lo masculino y lo femenino unidos por la pasión de un instante de felicidad. Sólo que en las artes plásticas ese momento queda “congelado”.


Salvador Dalí ( 1904 - 1989)

Armonía cromática                

Desde el Barroco (siglo XVII y XVIII) en adelante, la armonía cromática fue en base a los marrones, negros, ocres, amarillos y blancos. Una paleta muy controlada que no permitía colores fríos; en especial los azules y verdes. Pero sí bien el círculo cromático estaba acotado, los valores tuvieron un fuerte protagonismo. Grandes contrastes entre zonas oscuras y claras. Negros plenos y figuras emergiendo desde la noche dieron forma a un tenebrismo muy propio de esos siglos cuando  lo religioso como tema había abandonado la luminosidad del Renacimiento y, también, se comenzaba a representar el mundo rural y sus campesinos. Esto lo vivimos en especial en Caravaggio, en Rembrandt, en Murillo y en Goya. Después llegó el neoclasicismo y los prerrafaelistas que abandonado el claroscuro pero mantuvo la paleta, porque eran los mejores colores que ayudaban a la armonía del cuadro.
El realismo de a mediados del siglo XIX vuelve con la temática rural (Jean-François Millet) y mantiene la paleta de marrones.


 Dino Valls (1959 - )


La explosión

Recién con la llegada del Impresionismo las cosas cambian diametralmente. Entra la luz con todo su esplendor e ilumina de colores el cuadro. Pero la armonía cromática, que hasta ese momento estaba tan “amarrada”, no se reciente. A pesar de la protesta de los académicos, los cálidos con los fríos comienzan a convivir en armonía, permitiendo la diversidad. Y en esa diversidad está lo maravilloso del arte del siglo XX. No en la belleza de sus propuestas, sino la explosión creadora que nos ha dado las pinturas más feas y esplendorosas en la historia del arte.
La pintura del siglo XX es multirracial, multicromática, multiformal. Logró obras magníficas y otras espantosas. Pero ése es un tema para una próxima entrega.


Jeffrey Larson (1962 - )


Resumiendo:                                                          

1) Eres un pintor antes que nada. Si eres abstracto sigues siendo un pintor porque trabajas con pigmentos.
2) Una vez resuelta la composición, busca una paleta cromática que sea de colores cálidos o de colores fríos (investiga sobre la etapa azul y marrón de Pablo Picasso).
3) No hagas una pintura “colorinche” mientras no aprendas las ventajas que te da la armonía cromática.
4) Se prudente. Armonía no significa que todo este igual y que los protagonistas desarrollen el mismo papel. Eso es aburrimiento.

Teresa Lapayese Puebla (1966 - )

6) Expresión, mensaje y otros asuntos...


Muchas cosas no han cambiado en el arte de la pintura en 30 mil años. Sigue cautivando el poner en juego las capacidades individuales ante el desafío de la representación.

Este es un tema que me resulta complicado. No lo he madurado del todo porque tiene muchas aristas que no permiten exponerlo de un modo ordenado. Aún así, he realizado un gran esfuerzo que espero cumpla su pretencioso objetivo: Hacer simple lo que es complejo.

Expresión, mensaje y otros asuntos que no entiendo

Además de “belleza”, “expresión” es la palabra que más se usa. Sin embargo no es un término que sea empleado sólo en el arte. De hecho, al hablar nos estamos expresando. Un buen orador (político, profesor, filósofo o intelectual) no es un artista, pero tiene un gran poder de exponer ideas y de hacerlo bien. 
¿Realismo, realismo mágico o magia?

Hay dos tipos de expresiones                      

1) La expresión por la expresión que está más relacionada con el proceso de realización. En su taller el pintor se está expresando. En este caso es importantísimo que el trabajo este controlado por la disciplina. Se sabe que es muy difícil mantener un orden, pero el artista debe esforzarse para lograrlo hasta convertirlo en hábito. Esto le ayudará mucho a organizarse y no perder el tiempo. Tienes que tener toda a mano, sentarte bien y cómodo. Una buena iluminación. Yo prefiero la artificial a la natural. Y de la artificial prefiero los focos transparentes tradicionales (ésos que ya no venden) a los blancos con esa luz tan cruda y azulada que desvirtúan. El pintor realista no necesita un gran taller, basta con un pequeño rincón, pero que sea acogedor.
2) El otro modo de expresión es de tipo comunicacional. Y se hace -por ejemplo- a través de un mural, de una canción, de un poema, de una obra de teatro, de una película o de una novela. Es cuando se intenta exponer al mundo una serie de conceptos para reflexionar. Este es un artista que está involucrado con el mundo de las ideas y quiere exponer o protestar por ciertas realidades. Quizá el mejor ejemplo sea “Guernica”, de Pablo Picasso.
Queremos comunicar porque consideramos que tenemos condiciones para hacerlo, hemos estudiado para ello y reaccionamos ante lo que sucede en el mundo. Un artista también es un comunicador que toma un momento de la historia y lo convierte en “noticia”, para siempre.

Arte egipcio: la expresión en movimiento.
Hay expresión en el movimiento cautivante de una bailarina o en el simple acorde de una guitarra o en una mancha o línea del arte abstracto. 

Realista o abstracto         

Debes elegir qué artistas quieres ser. Ser un pintor abstracto no quiere decir que viva de espaldas a la realidad y que no le interese el mundo que lo rodea. Pero sus obras no reflejaran los conflictos siempre latentes de la humanidad: la guerra, la pobreza, la libertad, la represión, la esclavitud.
Por otra parte está el pintor realista (con todas sus variantes) y, por lo general, con muchas ganas de poner énfasis en las injusticias. Pero existe una delgada línea entre la denuncia y el panfleto político. Los pintores realistas también caen con mucha facilidad en lo literario. Una pintura no es un cómic y no tiene porque relatar una historia cuadro por cuadro.

Pintura de Sergey Rybakov

¿Qué quiso expresar?                                        

Esta quizá sea la pregunta más recurrente en la historia del arte en los últimos 100 años. Y es porque a la pintura siempre se la consideró como un medio de expresión. Es por eso que el artista que elige ser un pintor abstracto siempre tendrá un conflicto comunicación con el espectador. No sirve eso de que “es el espectador el que debe interpretar lo que quiso decir el artista”. Si al espectador le ofrecen manchas, rayas, líneas, cuadrados o triángulos como formas sobre la tela no tiene porqué desentrañar o adivinar lo “que quiso decir el artista”, más cuando no quiso decir nada. El arte por el arte vive su propia lógica y no depende de interpretaciones. Eso sí, siempre puede ser una buena o mala pintura, sea abstracta o sea realista.

A Piet Mondrian nunca nadie le pudo decir que ese cuadrado rojo en realidad podía ser verde.
Ni a Jackson Pollock que se le había pasado la mano en el chorreado sobre la tela. 

El pintor realista -en cambio- está más expuesto porque lo que crea tiene algo que sirve de referencia. Un rostro humano es similar a los 6 mil millones de rostros que existen en la actualidad. Pelo en la parte superior, frente, ojos de modo horizontal y simétrico, nariz vertical, boca con dos labios y por último, un mentón. Ese es el orden y como el artista realista es ordenado, respeta esa distribución. Si no lo hace, estará en problemas. Pero lo que es peor, si dibujo mal un ojo quedará de manifiesto. Es como cuando un músico desafina, un escritor comete un error ortográfico, un actor se le olvida el libreto o un bailarín tropieza.

En definitiva, quién está más expuesto: ¿el pintor realista o el pintor abstracto?


El realista, sin dudas. Por lo tanto, cuando elijas un estilo y decidas ser realista, surrealista, figurativo o hiperrealista deberás fortalecer tu espíritu porque una mano mal dibujada (que ocupa el 4% del cuadro) puede arruinar el 96% restante. Es como un tumor maligno que se termina devorando la parte sana.
Que sepa el artista realista que desde un comienzo debe aprender a observar, saber de anatomía, estar atento a los cambios de la luz y cómo afecta a los objetos. Porque -eventualmente- pueden haber millones de ojos para criticar. Se critica mejor lo que se reconoce como tal. Vuelvo a lo que ya he dicho en otra oportunidad: “una manzana pintada es eso, una manzana”.
El mensaje debe ser sin eufemismo. El pintor realista debe desarrollar su discurso pictórico de un modo simple, para llegar a la mayor cantidad de espectadores posible. Darse a entender para buscar adherentes, simpatizantes y admiradores.


El acto de querer capturar una imagen de la naturaleza implica un desafío que muchos "artistas modernos" eluden. El pintor realista no es un pretencioso, se deja cautivar por la belleza y quiere atrapar ese instante. Podrá triunfar o fracasar, pero nunca deja de intentarlo.

En resumen: sé un pintor realista para que tu mensaje lo entiendan. Incluso el surrealista, simbolista o fantástico pueden ser claro. No te enmarañes con un discurso de palabras complejas. No te olvides que pretendes rescatar ese espectador que hace años ha salido huyendo, cansado de decir “no entiendo”.

7) ¿Estás dispuesto a fracasar?


Nota ilustrada con fotos-dibujos de Sébastien Del Grosso.

Fracasar en el proceso de creación no es tan malo, sobre todo cuando estás aprendiendo. Pero tienes que saber que has fracasado, de otra forma no servirá de nada.
Esto que muchos lo pueden considerar como una actitud masoquista es lo que realmente te hará crecer. 

Por Rubén Reveco, licenciado en Artes Plásticas

Puedes irte a dormir tranquilo por los progresos logrados y al otro día -al mirar tu obra- ves que “algo no está bien” y lo que es peor, no sabes qué.
Yo no creo en esos arrebatos casi místicos en el proceso de creación (ya lo he dicho). Puede haber absorción, concentración, dedicación y sudor. Pero sobre todo tienes que ser un buen conductor. Pintar es como conducir un vehículo. Lo primero es hacer contacto; poner en marcha el motor. Si creas, también es indispensable que tu motor interno esté encendido. Y si este motor está en buenas condiciones sonará muy bien. Luego pisarás el embriague, meterás primera y avanzarás lentamente. Despacio.
No me cansaré de repetirte de que vayas lento. Ya que ir a una escuela de arte es muy parecido a ir a una academia de conducir. Dedícale un tiempo al aprendizaje. Ya tendrás tiempo de exponer y ser “famoso” y cuando creas estar en condiciones de conducir solo, trabaja en una obra que sea coherente y unitaria. En un comienzo, Pablo Picasso tuvo su etapa azul y su etapa rosa. Para mi gusto lo mejor que nos dejó. Desde ahí chapuceó durante años pero nada extraordinario. “Las señoritas de Aviñon” es una de las pinturas más feas que he visto. El valor que tiene Picasso es rescatar a la fealdad y sacarla del clóset. Es decir, lo feo dejó de ser una mala palabra. 

"Las señoritas de Avigñon"

Menciono a Picasso porque aprendió a ser un productor febril del bueno de Vincent van Gogh. Una pintura por la mañana y otra por la tarde ¡como mínimo! Y desde ahí se instaló ese concepto de mucha y rápida producción. Nada de detalles, nada de virtuosismo, nada de preciosismo, nada de realismo. Todos términos anticuados que había que superar porque estaba en ciernes una revolución. De esa forma la pintura de ser un objeto individual y con vida propia, pasó a ser un conjunto amorfo y sin identidad. Si hacemos un recorrido por la historia del arte sin darnos cuenta decimos. “Las Meninas”, de Velázquez, “La Ronda Nocturna”, de Rembrand. La “Mona Lisa”, de Leonardo, “La Virgen del jilguero”, de Rafael. Primero mencionamos el nombre de la obra y después al autor.
En oposición, ¿quién me podría mencionar el nombre de una pintura de Wassily Kandinski, Jackson Pollock, Piet Mondrian, Paul Klee, Willem de Kooning, Ad Reinhardt, Mark Rorhko, Hans Hartung. ¿Alguien se acuerda del nombre de alguna obra? 
¿Conoces a estos artistas contemporáneos que ya no pintan porque “eso es cosa del pasado”? ¿Te dicen algo estos nombres?: Robert Rauschenberg, Isidore Isou, Yves Klein, Wolf Vostell, Stanley Brown, Wolf Vostell.
Nunca sabremos si han fracasado o no. Ellos son valientes e imprudentes. Conducen a alta velocidad y se cruzan los semáforos en rojo (de rebeldes que son), la luz de guiño la ponen para girar a la izquierda y en el último segundo giran hacia la derecha. Son impredecibles, son modernos, son contemporáneos. Se sienten artistas.


Yo te propongo otra cosa

Fracasa todas las veces que sea necesario. No te desesperes, pero tampoco te garantizo el éxito. Porque desde hace 100 años el volante está en manos de los modernos. Ellos son lo establecido, ellos son la nueva Academia. Incluso ya no pintan de tan modernos que son. Trabajan con el concepto. El olor a la trementina les resulta algo totalmente desconocido o insoportable.
En el momento que publico estas líneas se está desarrollando en Alemania “Documenta 13”, una feria que se celebra cada 5 años. Donde “la frontera entre lo que es y no es arte resulta irrelevante”, según un discurso de inauguración. Un par de artistas argentinos (con todo el apoyo estatal) pretendieron sacarle a los habitantes de El Chaco (al norte del país) un meteorito que había impactado hace miles de años y exhibirlo en la feria como una expresión artística. ¡Talento en su más pura expresión! Estaba todo listo pero no contaron con la reacción del pueblo y los científicos  que se opusieron tenaz a que su patrimonio les fuera arrebatado. Fue tal el escándalo que nuestros artistas desistieron de la idea. Pero como ellos no le temen al fracaso, documentaron todos los intentos; todas las protestas e hicieron un vídeo que mostraron con “gran éxito” en la mencionada feria de arte contemporáneo. En parte, se salieron con la suya.
El meteorito que se negó a ser arte.


No ofrezco más que sangre, sudor y lágrimas

Pero esto es una guerra fría no declarada. Por un lado están los contemporáneos que cada vez se ven más anticuados. Ellos aprendieron de papá Marcel Duchamp el verbo “provocar”. El arte tiene que ser provocador. Y por otro lado, están los pintores que siguen mezclando colores, saben distinguir entre aceite, médium o trementina. Le siguen sacando punta al lápiz. Luchando para que los pinceles les duren lo más posible. No les interesa provocar, todo lo contrario: les interesa seducir, encantar, maravillar...
Tú tienes que elegir, nadie te obliga. El aprendizaje de los pintores es arduo y muchos abandonan y otros quedan el camino porque se les acaba el combustible. Fracasan para siempre y no lo vuelven a intentar. Es comprensible.

El fracaso también puede ser encantador

Si lo vuelves a intentar puedes progresar. Pero tienes que estar consciente. No conformarte. Tu obra de arte tiene ancho y alto (sus límites físicos) pero tú no tienes porque imponerte límites. Que tu ambición sea desmedida, que te sangren las ideas, que sudes de miedo y llores si ves que a pesar de tantos intentos no lo logras. No te conformes con poco, que la próxima pintura sea mejor que la anterior. Y no la des por terminada aunque lleves meses pintando.
Pero ¿cómo saber que una pintura está terminada? Cuando sientas una profunda e íntima satisfacción; algo muy parecido a la felicidad y que desearás compartir. Es ahí cuando habrá nacido el artista en ti.

8) Un pequeño dios
  
Vicente Huidobro escribía que “el poeta es un pequeño Dios” y "Por qué cantáis la rosa, ¡oh Poetas! Hacedla florecer en el poema". ¡Muy hermoso, pero típico de los primeros años del siglo XX cuando existía esa efervescencia creativa mezclada con bohemia y otras sustancias “non santas”.

Los fauvistas hacían explotar los colores como si fuesen fuegos de artificio, los cubistas hacían estallar los límites de las formas conocidas, los surrealistas sondeaban en el mundo onírico. Todo estaba por ser inventado. ¿Todo? En realidad no tanto. En las dos primeras décadas hubo una especie de “acelerada a fondo”, pasaron muchas cosas y muy diversas pero todas tenían un precedente. No hubiese existido el fauvismo sin Paul Gauguin, el expresionismo sin Ensor Munch y éste sin Vincent van Gogh, el cubismo sin Paul Cezanne, etc. etc.


¿El artista es un creador en problemas?   

Han pasado cien años y las cosas están cambiando. Esto no quiere decir que los artistas estén usando cuello y corbata o se parezcan más a un ejecutivo que a un pintor. Estos siempre tendrán un look que los caracteriza y es bueno que sea así (los artistas se diferencian del resto). Pero me refiero a que los pintores están volviendo al oficio; a una especie de neoclacisismo siglo XXI. Quieren -además de artistas- ser artesanos. Les interesa preparar sus telas o maderas donde pintar y saber de pigmentos y aglutinantes. Han vuelto a pintar.
Muchos que lean esto dirán: “A mí en la Escuela de Arte nunca me enseñaron nada de eso”. También es un tema pendiente y trataremos más adelante: ¿Qué están enseñando los que dicen estar capacitados para enseñar?


¿Ser creador divierte o hace sufrir?

Supongo que Dios estaba contento cuando hizo de barro a Adán. Pero una cosa es el Altísimo y otra cosa muy diferente es el hombre (imperfecto) en acción de crear. No me imagino a Dios con dudas, con la necesidad de aprender modelaje, anatomía, proporción. Tampoco La Biblia dice si Dios tenía algún tipo de conocimiento previo o si había estudiado escultura en alguna escuela de arte. No lo creo...

Pero en realidad quiero hablar de este lío presuntuoso que es crear. El pintor, al igual que el poeta, el novelista debe ser preferentemente creadores. Que me perdonen los músicos, pero a ellos les puede ir muy bien siendo “sólo interpretes”. Es más, pueden ganar mucho dinero si tienen una buena voz o son virtuosos con algún instrumento. El pintor está condenado a la creación y la creación es un parto muchas veces doloroso, pero lo debes intentar.

 Pintura de Wang Yidong

Pero dicen que los realistas no son creativos                  

Tu qué quieres ser pintor y, además ser un pintor realista, habrás escuchado que los realistas, figurativos o hiperrealistas sólo tienen una buena técnica y se limitan a imitar. Que son buenos copistas, pero... Que no son más que virtuosos e intérpretes y un montón de cosas por el estilo. No te preocupes, nada de eso es así.
Esto de asociar lo creativo con lo “nunca visto” es producto de una mala interpretación del término “crear”. Sucede que el hombre no es un pequeño Dios, suponiendo que Dios creó de la NADA. 
La Biblia dice que hizo al hombre de barro. Es decir, fue el primer escultor. Pero lo hizo “a imagen y semejanza”. Eso quiere decir que no existe acto de creación al cien por ciento. Siempre tendremos algo en qué referenciarnos, algo que nos ha gustado, que hemos heredado, que nos ha influenciado, que está en nuestros genes, que está atrás pero no olvidado, que es parte de nuestra cultura y que es parte del lugar en que vivimos.
No hay creadores, hay herederos.


¡Vamos a lo nuestro!                                                 
     
Estamos al frente de una tela en blanco y trazamos una línea horizontal de color negro marfil con un pincel número 20. Hace unos segundos ese trazo negro no existía y nosotros le hemos dado entidad. Y más aún, no existe en el mundo un trazo igual al  que acabamos de hacer. Pero mucha trementina en la mezcla provoca algo que no teníamos previsto y empiezan los problemas. El trazo en cuestión está chorreando hacia abajo producto de la Ley de Gravedad. Nuestra incipiente creación comienza a alterarse. Tratamos de solucionar el problema  y limpiamos con un paño lo chorreado y generamos una mancha gris. No podemos presionar mucho a la tela porque es delicada y la podemos dañar. Decidimos entonces, esperar hasta el otro día para cuando esté seca y tapar con pintura blanca. ¿Qué ha sucedido? En nuestro incipiente intento creativo hemos incursionado en tres valores: el negro, el gris y el blanco. Línea negra, mancha gris, pintura blanca enfrentada. Pintar es todo lo contrario. Es poner en acción los pigmentos y evitar que luchen. En el cuadro del pintor realista debe haber paz y armonía en los materiales. Para lograr un degradé impecable y una mezcla prolija, mezcla con una espátula chica hasta que la fusión sea total. Tienes que asimilarlo: deben resolver problemas por cada segundo que trabajas. Esto para muchos resulta fastidioso y abandonan. Prefieren ser artistas contemporáneos y la oferta en el mercado es inagotable y nunca pasa de moda: conceptualismo, happening, land art, Instalación, video arte, performance, etc. A estos artistas no les interesa la Ley de Gravedad, ni la química, ni la belleza, ni el esfumato, ni la perspectiva. No les importa qué papel juega el talento en sus osadas creaciones. Ellos quieren ser rebeldes porque heredaron de comienzo del siglo XX esa leyenda que hacía a los pintores seres extraños, estrafalarios y rebeldes. Aman a Marcel Duchamp y su mingitorio convertido en obra de arte. ¡Todo es arte! ¡Todos pueden ser artistas! ¡El arte ha muerto que viva el arte! Pero nacieron estéticamente muertos. No impresionan y, lo peor, siguen aburriendo y haciendo el ridículo.
Pero tienen el apoyo del periodismo y de la crítica que no sabe lo que está pasando en el arte pero quieren aparentar que sí saben y escriben artículos empalagosos. Todas son “geniales”, calificativo manoseado cuando quieren describir algo (una obra de arte) que aparentemente los ha impresionado. Cosa que en realidad no ha sucedido porque sólo repiten lo que han escuchado.


Entonces ¿para qué volver a pintar?                       

Porque están destinados a rescatar el milenario espíritu de las cavernas. Ese que nació del miedo de una noche acosado por las fieras, de la grandeza, de la superstición y de la verdadera genialidad. Imita -a ver si eres capaz- a esos bisontes y caballos pintados en Lascaux o Altamira. Imita a esos o esas artistas que inventaron el arte. Porque era una forma de decir cosas, expresar ideas, exorcizar posesos, asustar fantasmas, perseguir sueño, hacer magia...
Para nosotros -simples herederos y copistas del siglo XXI- la única forma de trascender es rindiendo un homenaje a esos primeros artistas que inventaron el pan que alimenta el espíritu y ese instante tan inefable que se llama felicidad.
Si estudias arte y quieres ser pintor no te sientas mal si tus compañeros te dicen que eso ya no se hace. Copia sin pudor alguno (es la mejor forma de aprender), imita, saca fotos, calca... Te puedes sentir orgullo por haber elegido el camino más largo, porque artistas hay pocos y elegidos, menos aún.

9) Quiero más!




Cuando decidí empezar esta serie de “consejos” la primera opción fue realizar sólo siete entregas, pero se ha abusado tantas veces del número siete que me pareció una redundancia caer en lo de siempre. La otra opción era la que elegí: “10 consejos para pintores jóvenes”. ¿Por qué no ocho o nueve? No lo sé. Siete, diez o doce son las cantidades clásica y con historia.


Explico todo esto porque al estar en la recta final comienzo a quedarme sin oxígeno. Por lo tanto, pido ayuda y espío lo que otros colegas proponen en calidad de consejo. He aquí el resultado. Espero les sirva porque hay reflexiones muy interesantes.
Al no conocer el nombre de todos los pintores que ilustran esta nota, he optado por no incluir a ninguno. Está demás decir que todas las pinturas son hermosas.


Algunos consejos para los jóvenes artistas de comienzan


La mayoría de artistas hasta el siglo XIX tenían el apoyo de grandes mecenas, el arte era un buen asunto, muchos ayudantes, materiales, comida y casa asegurada, mucho mimo y el tiempo que se necesitara para terminar la obra, esta por lo general se hacía con varios pintores, unos pintaban fondos, otra vegetación, ropajes, etc. Se dice que Rubens tenía más de 100 pintores a su mando en algún momento, en conclusión el taller de un maestro era un imperio.





El artista de hoy pinta en solitario, ¿quién patrocina? Uno que otro Dealer y se dice que son muy escasos, (no conozco a ninguno de los que supuestamente existen). Las empresa grandes, chicas, y los gobiernos en general patrocinan deporte, ciencia, en contados casos la música (los que tienes sinfónicas), recreacionistas, cuenteros, habladores, etc. pero jamás artistas, no conozco al menos en mi país ningún pintor que tenga una mensualidad del estado o de la empresa pública o privada para vivir y que se pueda dedicar a pintar, unas y otros tienen algunas salas de exposición pero el artista que llega a ellas casi siempre lo hace con la condición de donar una obra para el supuesto museo de la misma, que buen negocio por 20 días de muestra y en pocos casos un catálogo de regular factura, lo mismo ocurre con salones oficiales y privados donde los premios y menciones son de adquisición, nada es gratis para nosotros, lo único que nos queda de satisfacción y muy entre comillas podemos llamarla así, es que la obra es “libre” nadie la condiciona, ¿y es tan bueno eso?. Que cada uno se dé la respuesta después de leer lo que encontrarán más adelante.

Lo que si tenemos y hoy por hoy queremos negar es la facilidad de pintar, se pintaba con velas, se pintaba con modelos, se pintaba del natural, pero esos modelos se cansaban, un atardecer era fugaz y la mente no alcanzaba a retenerlo, hoy tenemos los momentos y la belleza que se da solo un segundo, en una fotografía, no solo la que a bien podamos tomar, sino la de tanta gente que estuvo en el lugar preciso, vio, sintió, y capturó ese momento mágico, lo enseña, ofrece, y nosotros interpretamos o reproducimos en nuestra obra.




Hoy quería llegar: son tantos los burritos que dicen pintar como los antiguos, solo de la imaginación, dibujar y borronear mal para según ellos llamarse artistas verdaderos y no es así, todo lo que pueda facilitar la labor se traduce en estar en el siglo que se vive, ¿por qué hacer un mal dibujo si existe la cuadricula? ¿Acaso no son legado de Leonardo, Velázquez y todos los clásicos?, ¿por qué negamos la fotografía? Una vez en el taller de un cretino que sabía que yo iba de visita me recibió con modelo desnudo y tenía el proyector escondido debajo de un asiento, yo siempre supe con que trabajaba y él siempre lo negaba, la modelo que consiguió para mostrarme no era ni parecida al cuadro montado, otro tenía bodegón armado y se le estaba pudriendo, así mismo vemos en tanto foro y conversación negar el adelanto de la era.




Yo me pregunto: ¿por qué no superamos la obra que se encuentra consagrada en los museos?, ¿Con tanta facilidad en materiales preparados y seguros con que contamos pinceles y lienzos especiales.
Porque no es decir y hacer !No Es Fácil!, No es para todo el mundo, no es querer y poder. Aparte de eso es un solo artista el que pinta y hay que agarrarse a los adelantos, a todo lo que nos brinde la ciencia y tecnología, yo por lo pronto en materia de pintura aunque tenga tantos años encima estoy tratando de entrar al mundo digital para elaborar mejor mi obra y sé que si logro terminar de entender y meter en mi vieja cabeza esta joven tecnología, creceré y mi obra también.




Los años que tengo (los ven en foto y los de labor que pueden conocer en esta sección) me permiten hablar a ustedes que son los jóvenes valores que empiezan en la lucha para que no se dejen llevar por la moda que maneja esas armas del facilismo, tan cómodas y convenientes para el que quiere “pintar” un cuadro en pocas horas y un cuadro lleva al menos 200 de labor.



Y muy pero muy en especial me dirijo a tanto artista natural que siguió otra profesión y en el ocaso de su vida aún quiere hacer y sobre toda dar, para eso nació, pero no sabe por dónde empezar, es el caso de tanto cirujano, arquitecto, odontólogo o mujeres especiales que la vida convirtió en amas de casa, personalmente siento que la edad para hacer arte es la madura y entre más madura mejor, el ser está completo y no creo que amerite más explicación esta condición de la vejez.





50 consejos para artistas:

1. Compra siempre productos no tóxicos, que no sean chinos.
2. El lugar donde vayas a trabajar procura que todo este ordenado.
3. Si compras lápices de colores guárdalos en un lugar seguro y evita que se te caigan.
4. Siempre ponle tapón a tus pilotos, y cerciórate de que estén bien cerrados, ya que se secan.
5. Si es posible, ponle fecha a tus dibujos, así día a día verás cuanto has avanzado.


6. Si compras óleo o acrílicos fíjate en la fecha de caducidad.
7. Dependiendo de la técnica que vayas a usar compra el papel especial para cada una.
8. Para ahorrar, solo compra los colores que más utilices, si pintas “piel” por ejemplo, solo compra colores tierra. Si pintas objetos oscuros, compra tonos oscuros. Suena obvio, pero mucha gente compra la caja de lápices, cuando solo van a usar unos 5.
9. Haz una lista de cosas que nunca has dibujado o pintado y procura hacerlas.
10. Haz una carpeta en tu pc, con el nombre de “tutoriales”, y mete ahí todos los tutoriales que encuentres. Vas a ver que esto es bien útil.


11. Prueba los bolígrafos o pilotos antes de comprarlos y su tono en el papel.
12. Cuando vayas a comprar materiales llévate una lista con solo lo necesario.
13. Imprime imágenes que te hayan impactado, pero no las dibujes directamente viendo la pc, es incomodo, mejor imprímelas.
14. Pon una hora especifica para dibujar, aunque sean 15 minutos, si no tienes tiempo. Aunque no hagas nada sabes que ese tiempo esta reservado.
15. Todo bolígrafo o material que no sirva, bótalo. Suena obvio, pero a veces nos olvidamos de hacerlo.



16. Mantente al tanto de sitios artísticos tales como Deviantart.com y blogs.
17. Si sabes hacer algo bien, no dudes en hacer un tutorial. Te ayudará muchísimo y a tus watchers también.
18. Si nunca has hecho colaboraciones hazlas y más, si son en vida real.
19. Nunca temas preguntar. Esa es la única manera de aprender.
20. Busca tutoriales en video (youtube.com) en donde puedes ver en “vivo” las técnicas de otros artistas (en especial si es photoshop).




21. Busca compañeros de dibujo, en los cuales confíes y puedas dibujar acompañado. Por ejemplo, algún hermano o tu mejor amigo.
22. Si tienes dinero para pagar un curso de pintura, no temas en inscribirte, pues son de mucha ayuda.
23. Lee libros interesantes que te hagan inspirarte para futuras obras.
24. Tómale fotos a las cosas que más te gusten (mascotas, paisajes, rostros), imprime y luego dibuja.
25. No presumas de tu arte ni te vuelvas arrogante. Sé realista de hasta donde puedes llegar y no trates de intimidar. La vida da muchas vueltas.



26. Sé feliz haciendo lo que haces. No pintes cuando estas frustrado o aburrido, porque en realidad ni te da ganas de hacerlo. Trata de motivarte.
27. No dejes jamás que alguien trate tu arte como “basura”. Pero tampoco seas grosero (en especial aquí), solo ignóralo y denuncia.
28. Si tienes sueños o alguna idea fantástica, apuntala. Nunca sabes cuando necesitaras de ella.
29. Un buen amigo no es necesariamente el mejor artista.
30. Cuando te guste un tutorial por Internet, guárdalo en tu página de “favoritos” e imprime.



31. Compra pilotos y liquid papers que sean amigables con el medio ambiente.
32. Haz una lista de tus defectos en tus dibujos. Pídele opinión a tus amigos y conocidos; y ve mejorándolos poco a poco.
33. Igual haz una lista de tus virtudes y explótalas al máximo.
34. Ve a tiendas de arte “solo a ver” y familiarízate con los productos. Pregúntale a los encargados sobre las técnicas que mejor te puedan funcionar. Tip: Ve cuando no haya mucha gente.
35. Los archivos que consideres más importantes guárdalos en un CD aparte y en tu Usb.




36. Ten un Usb únicamente para tus artes, para cuando tengas un trabajo sin terminar lo puedas finalizar en otra PC, o bien para mostrar tus obras.
37. Si hay un evento importante ya sea de diseño, artes, manga etc.… lleva tu portafolio. No sabes a quien puedas conocer.
38. Si haces diseños, puedes hacerte una camisa con tu diseño impreso en ella. Llamará mucho la atención.
39. Dale promoción a otros artistas, en especial a los que apenas estén iniciando en tus journals o blogs.
40. No copies. Si te gusta mucho algo, trata de adaptarlo a tus obras y a tu manera. Un estilo único llama mucho la atención y las personas se familiarizaran más con tu mundo interior.




41. Si no tienes dinero, visita diferentes páginas webs y compara los precios. Muchas cosas en Internet son más baratas que en tu país.
42. No dejes morir tus sueños. Lucha por conseguirlos.
43. No dejes que el estrés te carcoma tus ideas. Relájate.
44. Duerme 8 horas. Un cerebro cansado, rara vez produce buenas ideas.
45. Créate un logo propio que sirva como “marca de agua” para tus creaciones.



46. Ponle nombre a tus útiles, en especial si aún estas en la escuela.
47. No le niegues la ayuda a un artista necesitado. No sabes si el próximo necesitado seas tú.
48. Haz una cuenta o un blog y expón tus obras.
49. Agradece a las personas que te dan apoyo poniéndote favs y watch.
50. No fumes ni tomes sustancias extrañas para tener ideas. Nunca lo intentes. Entrena tu cerebro para tener ideas sin dependencia a estas drogas. Y más, con las leyes que se ponen más severas.

FUENTE:  http://www.taringa.net/posts/arte/3261363/50-consejos-para-artistas---Crealart.html

10) Son todas mentiras


No hay mucho más para agregar. Ha sido una buena experiencia y espero que de algo les haya servido estas diez entregas. En todas las actividades artísticas, además del educador, deberíamos tener un consejero que nos dé una mano en los momentos difíciles y que nos oriente. Sin imponer su forma de hacer y que vislumbre por dónde van las condiciones de cada alumno. ¡Ese es el verdadero maestro!

Por Rubén Reveco, licenciado en Artes Plásticas


Desde mi propia experiencia, siempre he lamentado el no haber tenido la guía, el consejo certero, la palabra justa y el apoyo cuando uno está desorientado.
Pasé por tres facultades de arte y de ninguna recuerdo algún tipo de influencia positiva o algo que rescate en especial como enseñanza. Muchos profesores, todos preocupados sólo de cobrar el sueldo a fin de mes y mantener su trabajito.



Las facultades de arte están llenas de pintores que con mayor o menor grado de prestigio artístico asumen -por necesidad laboral- el dar clases, pero no son pedagogos. 


Después de 20 años de no hacer nada regresé para pintar nuevamente. No porque haya encontrado el apoyo de mi entorno, ni porque apareciera el “sabio” que te empuje en la dirección correcta, sino porque los años te hacen madurar e inclinarte por una postura de tipo ideológica que te sirve para sostener lo que haces.




Yo elegí el realismo, la figura humana, el desnudo y el erotismo. Ustedes verán con el tiempo porque se inclinan, pero cuando lo encuentren no lo abandones. Háganlo crecer, madurar y defiéndanlo con sólidos buenos argumentos.


Estamos en una época marcada por la impronta de la militancia. Y creo que el artista también tiene que ser un militante, pero no hablo de política sino de arte. Darle valor ideológico a tu arte para sostenerlo. Conocer y aprender para que no te pasen “gatos por liebres” o te muestren ciertas vetustas tendencias de las artes como el último grito de la moda.


También tendrás que soportar la “propaganda revolucionaria”. Te dirán “que debes ser creativo, moderno, contemporáneo, que ya no se pinta, que basta con una instalación como para estar en los medios y te digan “genio”. ¡Mentiras!, son todas mentiras. 


Lo he dicho una y otra vez, en el arte hay muchos sin talento que no quieren quedarse afuera, folletineros que escriben barrocas adulaciones, muchos periodistas que posan de informados  y la mayoría de los espectadores totalmente desorientados.


Sé fiel contigo mismo. Si crees tener talento no lo desperdicies, demuéstralo. La naturaleza te ha privilegiado. Mucha suerte.

ANEXO
Mejores comentarios


-Me encanto la sucesión de pasos a seguir. Genial.

-Me parecen muy interesantes tus consejos para los principiantes en este tema tan querido como es el dibujo.
Saludos y es muy bueno lo que haces en este mundo infinito de la Web

-Es cierto a veces uno se esmera en lo que pinta y a la gente no le gusta, pero de todos modos cuando hace una pintura el concepto que tiene uno como pintor, otra persona en una exposición puede dar otro punto de vista mejor que el mismo pintor, pues muchas veces uno da el concepto, pero el interior yo soy es el que trabajaba.

-Estoy muy de acuerdo contigo, hay que replantearse demasiados conceptos de modernidad. Creo que es necesario algo así como un nuevo Renacimiento, más pronto que tarde. afortunadamente ya veo signos de ello, con pensamientos como el tuyo.

-Me gusto especialmente leer esta entrada. Es muy necesario, y diria que hasta urgente, que empecemos a dar la cara por el Arte para que no solo griten los mecenas del pseudo-arte. Gracias por tu aporte. Saludos-

-Estos argumentos estas muy interesantes siempre que no sirvan para justificar o mediatizar el mal concepto de realismo que circula por las redes. El tema llevaría mucho debate con demostraciones o pruebas gráficas.

-Bueno! gracias Rubén Reveco muy bueno, no soy tan joven... pero leo igual, me gusta aprendo y me divierto. El título me hace pensar que en el arte de aprender arte siempre se es pequeño..creo

-Maravilloso genio el tuyo!!! Soy solo joven x dentro y continúo en el camino de aprender de los q mas saben...Por eso te leo y te admiro Gracias!!!

-Gracias Rubén Reveco,tengo vivida la 3/4 parte de mi vida y espero que Dios me de muchos años para poder seguir disfrutando del contacto con el arte en gral...,para mi arte es la creatividad que sale dentro de cada uno y la plasmamos en distintas maneras.

Arte es parte de mi felicidad, x lo tanto me inspira a poder crear.
Gracias y muchas felicidades.

-Buenos tips, siempre es un placer leerte.

- Absolutamente de acuerdo contigo felicitaciones por tus pinturas.

-Me encanta lo que aconsejas, pero que pasos harías en un comienzo....cual seria a la pri. Saludos persona que acudirías? Curador? Galería?...y donde se puede tener la posibilidad de explorar la mayoría de los géneros sin caer en la escuela de Bellas Artes.

-Sí, exacto. Muy acertados tus comentarios. Yo también he vuelto a los pinceles después de muchos años y de muchos intentos frustrados y frustrantes en mi juventud.

Mi error (ahora lo sé) fue creer que la sola idea sumada a las ganas podrían dar un buen resultado. No fue así. Hizo falta escuela. Técnica, trabajar mucho con las proporciones, la geometría, el peso del color, los valores, etc. Recién ahora estoy consiguiendo resultados que me satisfacen.
Uno admira a los mitos de rock pero no se fija en los diez o quince años que pasaron frente al piano tocando a Mozart o Lizt antes de hacer el primer rock and roll que valiera la pena. Creo que con la pintura pasa igual. Hace falta pintar mucho, reinterpretar a los maestros y con el tiempo te vas encontrando con los verdaderos problemas y resolviéndolos. Por qué esa mancha está allí o qué efecto produce una diagonal.
Ves que cuando dominas una técnica, cuando le das unas vueltas de tuerca, puedes pintar cualquier cosa. Recién entonces tiras de la idea, de la experiencia de vida, de tus motivaciones, tus denuncias, tus dolores, tus amores y pintas un cuadro, tu cuadro, tus cuadros.
Cuento mi vida porque no conozco otra y la puerta por la que ha asomado una lucecita. Si alguien conoce un camino más corto, que lo diga.
Un saludo.


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