jueves, 11 de junio de 2015

Frases dichas y que recuerdo (Parte 2)




Segunda parte de esta breve recopilación ahora que cumplimos un año (23 de junio). "El arte de Rubén Reveco" defiende sin concesiones al arte realista, figurativo, surrealista, hiperrealista, fantástico, mágico y todo estilo que signifique esfuerzo y demuestre que detrás de la obra hay un artista con talento y capacidad de trabajo. Los otros, tienen arteBa.



Junto a Oscar León, fotógrafo

"Bronca porque se hacen moralistas y entran a correr a los artistas"

La vida de un artista tiene momentos contradictorios e inexplicables, mientras el diario Los Andes, de Mendoza me preparaba una amplia entrevista (publicada el sábado 28 de junio), el Consejo Provincial de Educación de Neuquén ordenaba desmontar la muestra que realizaba en la Escuela Superior de Bellas Artes, ante la protesta de algunos docentes y padres quienes se sintieron ofendidos por la temática propuesta.Consultado por la repercusión en las redes sociales (a favor y en contra) manifesté que como sociedad nos debemos un buen debate sobre imagen y sexualidad. No puede ser que una exposición genere tal grado de confrontación.
Agradezco a los colegas que apoyaron el derecho de cualquier artista a abordar la temática que considere trascendente como medio de expresión e insto a las autoridades de la provincia a incorporar definitivamente en la currícula primaria las materias que aborden los temas de nuestra sexualidad, que al parecer siguen siendo un tabú.
A los que enarbolan las banderas de la moral y las buenas costumbres, les contesto que mi obra glorifica el milagro de la reproducción; la que nos permite existir. Aun así, mis pinturas no pretenden ser un texto de Educación Sexual ni tampoco una versión renovada del Kamasutra.
El que ordena censurar padece resabios de autoritarismo y el autoritario es ignorante y cobarde. Le tiene miedo al debate, al que piensa diferente y al que protesta.



Entrevistando a Joaquín Colussi

Me muero de la risa


Este fue un dibujo de unos 70 x 50 cm que realicé en el año 1984 cuando vivía en Santiago de Chile (El original desapareció como muchos otros pero me encontré con una foto que escanee y salió bastante parecido). Por esos años intentaba ser un artista hiperrealista y creía que sólo era un asunto de tiempo para lograrlo. Gran error. Desde esa época aprendí a admirar el trabajo de estos artistas que son mucho más pulso y virtuosismo técnico.
Para empezar, se requiere una gran fortaleza espiritual y gran capacidad de trabajo. Para continuar, buscar un tema que te identifique o identificar al tema con tu impronta. En este proceso hay que defenderse de los que te dicen "¡parece una foto!" Eso no es un halago para un hiperrealista (tampoco una ofensa).
Y por último, tienen que pelearte con todos los tontos que insisten que tu obra no representa el espíritu de la época; que no puedes estar meses trabajando en un dibujo; que eso es anacrónico, etc, etc.
Ser un dibujante o pintor hiperrealista no es para cualquiera. Por eso hay tan pocos.



Junto a Marcos Cornú y Horacio Sánchez

¡Realistas del mundo, uníos!

En la Argentina existe una confabulación contra el talento. Es despreciado el arte realista, no por la gente que busca deleitarse con una obra de verdad, sino por el snobismo de los mediocres: críticos, medios de comunicación que se dejan llevar por la corriente, galeristas y seudo artistas que al no tener talento ni ganas de trabajar, se dedican al arte conceptual, a las instalaciones, al happening y todos esos experimentos que se inventaron en la década del 60.
Se tienen que generar espacios exclusivos en galerías para artistas jóvenes como Diego Gravinese que se plantean ante un desafío con talento y mucho esfuerzo. Así como él, esta Mauro Cano (de Mendoza), Diego Dayer (de Córdoba) o Jaimes Roy (de Rosario) y tantos otros jóvenes que van contra la corriente. Porque hoy por hoy, el realismo está estigmatizado por los que no saben dibujar y no quieren reconocer que algunos nacen iluminados por un soplo divino y de genialidad.
Mis felicitaciones a Diego y que no afloje. Que siga creando belleza porque es eso lo que el mundo necesita. 


Junto a Luis Felipe Ávila
Artistas o no


A lo que denominan como “arte contemporáneo” no le estoy negando el derecho de manifestarse porque son expresiones que tienen el propósito de decir algo y también formar parte de nuestra vida social y cultural. Pero se las debe categorizar de otra forma. Una cosa es el arte y otra cosa es lo que nos quieren vender como arte.
Cuando aparecieron las llamadas performance, instalaciones, conceptualismo, videos y otras realizaciones -bastante antiguas, por lo demás- debían ocupar un espacio físico y categorizarse. Algunos solucionaron el problema de un modo simple: a nuestras queridas y antiguas artes plásticas las transformaron en artes visuales, un contenedor mucho más amplio e indefinido que se lo llenó de objetos y acciones de dudosa reputación.





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