sábado, 26 de agosto de 2017

Mujer se desnuda ante la Mona Lisa

Lo que más llama la atención es la casi total ausencia de guardias de seguridad.

Una activista ingresó semidesnuda y maquillada como Mona Lisa al espacio que protege el cuadro de Leonardo da Vinci en una extraña actuación que, por razones que se desconocen, no se ha querido hacer pública hasta ahora.



Algunas personas creen haberlo visto todo y que nada les sorprende, aunque a Jordi Llorca le asombró lo que vio en abril de este año durante una visita cultural en París, concretamente a uno de los lugares más conocidos de la ciudad de la luz, el Museo del Louvre. Ahora ha decidido contar su historia.
Durante una breve visita por la capital francesa, él y su grupo de amigos decidieron entrar al museo y ponerse a cobijo de la ingente tromba de agua que comenzó a caer. Una vez dentro, tras detenerse a observar la Venus de Milo, pusieron rumbo hacia la Sala de los Estados, la enorme sala de 200 metros cuadrados que alberga, entre otras, Las Bodas de Caná y La Gioconda, la famosa obra de Leonardo Da Vinci. Agobiado por el habitual tumulto de cámaras y móviles que rodean la obra, Llorca decidió salir del lugar y separarse de sus amigos.
Al poco de abandonar la sala escuchó a lo lejos un gran ruido y numerosos gritos a los que seguían varias personas corriendo para alejarse del lugar. Él pensó que algo terrible había ocurrido: "Fue inevitable pensar en lo peor, que otro episodio terrorista iba a azotar la capital francesa y yo iba a atestiguarlo". Pero no, no se trataba de nada parecido.
Entró de nuevo en la sala, ahora con los visitantes más apiñados y al acercarse para ver lo que pasaba vio a una mujer maquillada como la Mona Lisa y desnuda de cintura para abajo intentar subirse al mueble que se encuentra delante del cuadro. Mientras, otra joven tocaba un violín y otras dos gritaban "¡Mona Lisa!" y animaban al público a hacer lo mismo mientras grababan todo con dos cámaras GoPro. 
Ante la sorpresa de la gente, el escaso personal de seguridad que se encontraba en el lugar decidió actuar rápidamente. Les retiró las GoPro y cerró las puertas de la Sala de los Estados dejando encerrados a todos los allí presentes. En el interior tan solo quedaba al cargo de la situación una trabajadora, que intentaba evitar que la protagonista se volviera a acercar a la obra.«Todo terminó como si nada» narra Llorca. 
"Nos adelantó la violinista con el instrumento escondido bajo su gabardina y salimos por donde habíamos entrado" añade. Meses después de vivir el extraño suceso, Llorca decidió contarlo convirtiéndolo en viral. Pero lo que realmente cuestiona es que fuera precisamente él y no las protagonistas de la performance el encargado de sacar a la luz el momento. Tras consultar con una experta en videoarte, Llorca cuestiona la intención detrás del acto y asegura que no entiende que no se haya retransmitido en Facebook o Twitter o que aún no sea de dominio público. 




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