Ser padre es mucho más que procrear y pagar las cuentas, es un acto de amor y un viaje para descubrir la propia virilidad.
Ser padre es estar presente en la vida de tus hijos, es escucharlos con paciencia, es mantener el vínculo aunque ellos tomen caminos diferentes a tus ideas, es acompañarlos al médico, es interesarte por sus logros y sus derrotas.
Un padre encuentra tiempo para estar cuando sus hijos parten y cuando llegan y nunca abandona. Un padre pone cuerpo en la relación: toca, acaricia, sostiene, aprieta y suaviza. Da lo que él es antes de lo que él tiene.
Padre se escribe con P de presencia, no de proveer, producir o pegar… es otra P, P de papá y esta es nuestra gran oportunidad de ser mejores personas, de ser realmente hombres, todo es mejor en familia.
(Fuente)
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