sábado, 17 de octubre de 2020

Estigmatizan a cientos de artistas chilenos poniéndole bajas notas a sus trabajos

Ilustración basada en un dibujo de Themo Lobos.

Torpeza, por llamarlo de un modo suave, es lo que ha hecho la Subsecretaría de Cultura al evaluar las obras de artistas plásticos que han presentado sus trabajos con la esperanza de que el Gobierno de Chile adquiera dibujos, pinturas, grabados o esculturas y así paliar en parte los efectos de la pandemia. Al mejor estilo neoliberal, han evaluado a miles de artistas que quedaron a merced de la mirada sesgada de un jurado que repartió millones de pesos a unos pocos y humilló a la mayoría.

Por Rubén Reveco - Licenciado en Artes Plásticas

El 13 de octubre se publicaron los resultados de la Convocatoria Nacional de Adquisición de Obras de Artes Visuales 2020 correspondiente al Plan de Apoyo propuesto por el Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio en el contexto de la crisis sanitaria.

Problemas clase A, B y C

Si bien es una realidad que el Covid 19 ha golpeado a toda la comunidad artística en general, para el Gobierno de Chile existen artistas que por trayectoria deberían tener privilegios y recibir más dinero que otros. Es decir, si yo soy un artista consagrado tendría posibilidades de obtener millones de acuerdo a mi prestigio y no según mi realidad socieconómica.

Así fue como se inventó un "concurso" en el cual un jurado que privilegia el conceptualismo sobre las artes plásticas evaluó con nota del 1 al 7 las obras que los artistas postulantes.

Pero los desaciertos no quedaron ahí. El martes 13 no sólo se publicó el listado de artistas elegidos, sino que también se incluyeron con bajas notas a cientos de creadores que se supone su obra no reunía las condiciones para que su creador recibiera una ayuda económica. Es decir: "Según yo, usted es malo como artista por lo tanto no necesita el apoyo económico que estamos ofreciendo".

Cómo debió ser:

El método más adecuado debió ser el siguiente: "Señoras y señores, tenemos 200 millones para comprar 200 obras a precio de un millón por obra. Usted postule una obra que considere que tiene ese valor y podrá ser uno de los 200 elegidos".

Lo que nunca se debió hacer

Publicar los nombre de los que no fueron favorecidos y menos la nota con que fue calificada la obra. Evaluar (casi funar) con una mala calificación me resultó de una torpeza inadmisible. Hoy por hoy, y como están las cosas en el arte, quién puede poner un 2,50 a una obra, por ejemplo. Es indignante e incomprensible, aunque esto último no tanto sabiendo de donde viene el asunto.


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