sábado, 8 de septiembre de 2018

El orgasmo femenino en el arte y algunos estudios que intentan desentrañar su misterio

Muy pocas representaciones del orgasmo femenino podemos encontrar en las artes plásticas. Aun así, nos ha sobrado material para ilustrar esta nota.

Justo estamos con un mes de atraso, el Día del Orgasmo Femenino fue el 8 de agosto. Pero no importa, como dice el refrán: "Nunca es tarde cuando la dicha es buena".


El orgasmo es el gran comedor de palabras. Sólo permite el gemido, el aullido, la expresión infrahumana, pero no la palabra. (Valerie Tasso)

El orgasmo (del idioma griego ὀργασμός) o clímax (del griego κλίμαξ, "escalera" o "subida") es la descarga repentina de la tensión sexual acumulada, durante el ciclo de la respuesta sexual, resultando en contracciones musculares rítmicas en la región pélvica caracterizadas por el placer sexual. Experimentados por los machos y las hembras, los orgasmos son controlados por el sistema nervioso involuntario o autónomo. A menudo se asocian con otras acciones involuntarias, incluyendo espasmos musculares en múltiples áreas del cuerpo, una sensación de euforia en general y, frecuentemente, se exteriorizan movimientos del cuerpo y vocalizaciones.​ El período después del orgasmo, conocido como periodo refractario, es a menudo una experiencia relajante, atribuido a la liberación de las neurohormonas oxitocina y la prolactina, así como las endorfinas.
Los orgasmos humanos generalmente resultan de la estimulación sexual física del pene en los hombres (típicamente acompañando a la eyaculación), y del clítoris en las mujeres. La estimulación sexual puede ser por práctica propia (masturbación) o con una pareja sexual (relaciones sexuales con penetración, relaciones sexuales sin penetración, u otra actividad sexual erótica).
El orgasmo en los animales se ha estudiado significativamente menos que en los seres humanos. (Wikipedia)



El 8 de agosto de 2005, en Brasil se decretó el Día Internacional del Orgasmo Femenino, desde ese año las celebración se ha extendido a diversos países tomando a este acto como uno de los más extraordinarios de la existencia, pues su importancia recae no sólo en el placer que éste provoca, sino en el autoconocimento sobre el cuerpo de la mujer que lo experimenta.
Bajo el lema “Háganlo, no lo finjan”, los países de todo el mundo invitan a las mujeres a llegar al orgasmo, ya sea acompañada o sola. Esta iniciativa es la excusa ideal para que las mujeres se sientan libres y con el derecho de exigir verdadero placer sexual.
Estudios hechos por la Sociedad de Ginecólogos de Canadá afirman que sólo un tercio de las mujeres experimentan orgasmos exclusivamente a través del coito. Otro tercio logra el orgasmo con penetración (pero también necesita de estimulación externa) mientras que el tercio restante nunca llega al orgasmo con la penetración, pero sí con sexo oral.
El orgasmo femenino es aún un misterio para muchos, ahora se sabe que justo en el momento del orgasmo, que puede durar hasta 20 segundos, el cerebro de la mujer se “desactiva”, de esa idea surgió el término “la petite mort”.
-Según cerebros escaneados en mujeres durante el proceso para generar un orgasmo, la mayor parte del cerebro “se apaga”, como si de algún apagón provocado por una explosión se tratara.
-Usualmente, una mujer necesita una estimulación previo de 20 minutos antes de llegar al clímax.
-Un orgasmo puede durar alrededor de 6 a 10 segundos en las mujeres, sin embargo, se sabe de algunas que llegan hasta los 20 segundos.
-El orgasmo femenino puede aliviar la migraña debido a que en ese momento se libera serotonina, hormona que contrae los vasos sanguíneos del cerebro que cuando se dilatan causan los dolores de cabeza.
-De acuerdo con una investigación australiana, la mejor pareja sexual de una mujer es otra mujer. En este estudio, el 69% (número cabalístico) de las mujeres llegaron al orgasmo con un hombre; un sorprendente 76% de los sujetos de estudio aseguraron que alcanzaron el clímax con sexo lésbico.




Más de 8.000 terminaciones nerviosas están en juego. Tú, ¿cuántas has sentido?




Con un órgano erógeno que dobla en terminaciones al del hombre, mujer y placer deberían ir de la mano. Sin embargo, muchas incógnitas siguen rodeando al éxtasis femenino. Resolvemos las dudas en torno a su clímax.
Entre tres y 30 segundos. Es lo que dura de media el orgasmo femenino materializado en rápidas contracciones rítmicas en las paredes vaginales. En ese tiempo se libera dopamina, oxitocina y feniletilamina, relacionadas con la recompensa: la felicidad y la energía. El principal responsable de estas sensaciones es el clítoris, un eje del placer que responde a más de 8.000 terminaciones nerviosas (el doble de las que tiene el glande). Pero esta zona no es la única que tiene la llave del gozo de las mujeres, porque el incuestionable poder del cerebro convierte casi cualquier parte de su anatomía en un potencial detonante del éxtasis.
“La estimulación adecuada hace que se acumulen una serie de neurotransmisores en el cerebro. Cuando alcanzan un nivel suficiente, ocurre una “tormenta química”, responsable de ese gran placer que llamamos orgasmo”, comenta Ana María Caro, médica sexóloga de Amaturum Sexología.


Fenómenos en serie

“Muchas de las cuestiones que asociamos a él, se dan en fases previas o posteriores. El rubor que se produce por la dilatación de los vasos sanguíneos y la aceleración de la frecuencia cardiaca o frecuencia respiratoria aparecen en la anterior etapa de excitación”, asegura la sexóloga Sonia Ruiz, directora de Esexencia, que incluye la lubricación entre las reacciones que se producen en ese momento.
Cuando se alcanza el culmen llegan los escalofríos, sudores, temblores, mareo e incluso -en algunas mujeres- una sensación de desvanecimiento. “Los efectos que provoca el orgasmo tienen que ver con la gran tensión que se acumula en el cuerpo hasta llegar al clímax”, indica la sexóloga Marta Pascual.
La intensidad y percepciones dependen del estado corporal y emocional de cada mujer que en menos de un minuto percibe un aumento de la frecuencia cardíaca y respiratoria y un incremento de la energía en terminales nerviosas. “Se despierta cierta euforia relacionada con la estimulación de las zonas erógenas. Puede desembocar en un estado que muchas describen como ’descontrol’ y dura unos breves instantes”, aclara Sonia.
Todos estos síntomas se intensifican para concluir en contracciones uterinas. “Puede aparecer un temblor ocasional y la congestión vascular en los labios menores implica un aumento de hasta dos o tres veces su tamaño”, explica Pascual. Poco a poco el pulso genital se desacelera hasta llegar a un completo estado de quietud.



Cómo se alcanza el tan ansiado orgasmo

“El único órgano en la mujer diseñado exclusivamente para el placer es el clítoris (no se le conoce otra función). Por lo tanto, es fácil pensar que todo proceso que desencadene el orgasmo tendrá que ver con su estimulación”, añade Pascual. Sin embargo, coincide en que achacarle todo el mérito nos daría una visión muy restrictiva.
Parece ser que si se acaricia cualquier zona del cuerpo y se produce un impulso suficiente, la magia puede estallar. “Para algunas mujeres puede ser especialmente erótico fantasear, incluso sin tocarse, o acariciar un lugar concreto. Pues si el estímulo es adecuado, en el cerebro ocurrirá lo mismo que cuando se acaricia el clítoris”, indica Caro.
Sin embargo, en torno al 40% de las mujeres afirma no haber llegado al cúlmen durante la penetración. “Ver el orgasmo vaginal como algo natural es una idea totalmente errónea. Ya en el estudio La conducta sexual de la hembra humana que realizó Alfred Kinsey en 1953 se habla del placer clitoriano por encima del vaginal. Algo que también afirmaron -los investigadores- William H. Masters y Virginia E. Johnson en sus investigaciones”, comenta Ruiz.
Parece que anatómicamente, la vagina no está diseñada para el placer. “En su mayor parte es insensible, no tiene apenas terminaciones nerviosas en dos tercios, por eso no somos capaces de percibir un tampón cuando está bien puesto”, justifica Caro. En cuanto al punto G, su morfología no está definida -aclara-. “Pero sí lo conocemos como idea, sería una zona especialmente capaz de sentir, como una llave de entrada al placer. Para muchas mujeres está en la pared anterior de la vagina, pero para otras puede estar en otro sitio. Los pezones y el ano -añade Caro- son también muy importantes”.
A través del entrenamiento también se puede alcanzar el clímax. Una de las colaboradoras del citado proyecto, Debby Herbenick cuenta en su libro The Coreorgasm cómo ciertos ejercicios en el suelo pélvico pueden provocarlo. “Cuando se hace deporte se liberan sustancias que te hacen sentir bien, y contenta o feliz, estamos creando un entorno propicio para el placer y quizás también para sentir un orgasmo”, indica Ruiz.


La importancia de conocer tu propio cuerpo

El axioma definitivo ante la sexualidad se basa en que cuanto mejor se conozca el propio cuerpo, más opciones existen de sacarle partido al orgasmo. Con este objetivo ha nacido OMGYES, un manual del placer en 12 capítulos, con vídeos narrados en primera persona.
Entre sus fans está la actriz Emma Watson que lo recomendaba en una entrevista por sus consejos y trucos. Sus creadores Lydia Daniller y Rob Perkins se unieron con un grupo de investigadores para estudiar las técnicas del gozo de las mujeres. Ya que como indican en su site: “Unos milímetros o una ligera apertura de ángulo, presión y ritmo pueden marcar la diferencia entre el placer y la incomodidad”.
El ejercicio físico y mental, la fantasía, tocarse y acariciarse las distintas partes del cuerpo son las claves para conseguir ese orgasmo que recorre el cuerpo llenándolo, durante segundos, de sensaciones de éxtasis y placer.




El orgasmo femenino en la experiencia de 83 mujeres

Aunque la liberación femenina desde hace años comenzó a tirar muros, el orgasmo femenino sigue siendo un misterio para mucha gente, ya que no ha dejado de ser un tema tabú del que hace poco se comenzó a hablar libremente.
Durante siglos, el orgasmo masculino ha sido el protagonista de todas las relaciones sexuales ya que es físicamente visible, marca el final y es mucho más sencillo de conseguir. Sin embargo, el orgasmo femenino es todo un mundo por descubrir y muchas veces puede ser un reto llegar a él. No se habla de éste por miedo al juicio de la sociedad y por miedo a aceptar que las mujeres también tenemos derecho al placer, lo que ha provocado que muchas jamás hayan tenido el placer de conocerlo a pesar de tener una vida sexual activa. La única manera de romper con el estigma y de saber más, es hablando de él.
Con este objetivo surge el blog “How to make me come”, una plataforma que recopila ensayos de mujeres anónimas que hablan sobre el orgasmo femenino. La premisa es que escriban estos ensayos imaginando que se los darán a sus parejas o futuras parejas sexuales, ¿qué es lo que quieres que sepan? Buscan que el blog ponga sobre la mesa el placer sexual femenino y los caminos que existen para llegar a él, abrir la conversación sobre algo que ha sido ignorado, devaluado e incomprendido durante la historia de la humanidad.
How to make me come es también una plataforma donde las mujeres pueden expresarse libremente, sin miedo a ser juzgadas ni a repercusiones, con la esperanza de que el proceso sea terapéutico, catártico y principalmente les ayude a mejorar su vida sexual. Este proyecto no sólo busca que las mujeres se solidaricen, sino que se sientan inspiradas a tener este tipo de conversaciones con sus amigos y parejas sexuales. ¡Hablemos de ello!
Los creadores del proyecto permanecen en el anonimato pero en el blog puedes encontrar 83 ensayos de mujeres distintas compartiendo experiencias y consejos. Recopilamos algunas de ellas y aquí te las mostramos.

Si tienes problemas para llegar al orgasmo, no eres la única
En una publicación titulada “Lo más cerca que he estado de venirme” una mujer anónima de 32 años, revela que nunca ha tenido orgasmo y ofrece consejos a aquellas mujeres que sufran de problemas similares: “Sé amable contigo mismo. No te enfoques demasiado en llegar al climax durante la relación sexual, trata y enfócate en las sensaciones” “Elige amantes amorosos y amables, que tengan paciencia. Sé honesta con tus parejas sexuales y déjales saber lo que sucede. Si son buenos chicos o chicas, se quedarán cerca y explorarán contigo. No podrá haber intimidad si finges o actúas”.


No tengas miedo de decir lo que quieres
En otro post una mujer apunta que nunca podía tener un orgasmo porque su pareja estaba, o “visiblemente aburrido” o porque estaba haciendo ciertas cosas que hacían que la pasión se esfumara, la mujer anónima revela que cuando finalmente sucedió, fue porque su pareja se comportó “paciente y amablemente”.

“Estoy tan preocupada por que lleguen al clímax que me olvido de mí”
Otra mujer escribió que ella siempre “tenía sexo por y para el hombre y nunca por ella”
“Me daba mucho pena decir, ‘Hey esto no está funcionando para mí’ porque los haría pensar que era una mujer muy fácil y que tenía toneladas de experiencia”

No vayan directo al clítoris
Una mujer escribió algunos consejos sobre sexo oral: “Cuando me vayas a hacer sexo oral, primero besa dulcemente mi vagina, y después concéntrate  en el clítoris. Sé gentil”. “Los movimientos circulares con tu lengua se sienten bien. Odio los chasquidos. Lo he visto todo el tiempo en el porno y no lo entiendo. Pon tu lengua ligeramente ancha y firme, odio cuando una lengua se torna dura y puntiaguda”

La paciencia es la clave
Se puede llegar al orgasmo en dos minutos o en más de una hora, la fórmula secreta es la paciencia.Escribe una mujer que llegar al orgasmo toma su tiempo “A veces me masturbo durante 45 minutos y después tengo un orgasmo”  Mientras otra de ellas dice que llega al orgasmo en dos minutos; es cuestión del cuerpo, no es una fórmula mágica generalizable.



Un fotógrafo retrató a 16 mujeres en pleno orgasmo.

Albert Pocej, lituano y residente en Mónaco, captó con mucha belleza el instante de máximo placer. 

En blanco y negro. Con luz difusa o más nítida. Al aire libre o en distintos espacios laborales u hogareños. Esas son las características que sigue la serie de fotos Orgasmo, realizada por Albert Pocej.
Con experiencia en publicidad y en el mundo editorial, este profesional de origen lituano e instalado en Mónaco desde hace diez años decidió explorar el momento más íntimo y sublime, con mucha belleza y la técnica más sofisticada. "Fue una idea que soñé y al despertarme supe que tenía que llevarla a la práctica", contó en entrevistas a distintos medios internacionales.
Conseguir a las modelos voluntarias, cuenta, no fue nada fácil. La primera iniciativa fue contactar a conocidas o amigas. La respuesta de la mayoría de ellas: evasivas o un no rotundo.
Pero siguió insistiendo y cuando dio con las interesadas entusiasmadas con el proyecto, ajustó su lente.
El criterio para la selección final fue que cada una de las mujeres se mostrara relajada y que fueran orgasmos reales, no actuados. En algunas situaciones él estuvo presente y en otras, dejó la cámara programada para que registrara tomas automáticas cada segundo.
"Cada orgasmo es único", resaltó y mostró con claridad en su trabajo.








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