"La vida no tiene ningún sentido. Somos los seres humanos los que inventamos el sentido del mundo al inventar el lenguaje. El "sentido del mundo" está en el lenguaje y no en el mundo. Por eso podemos mejorar el mundo, intervenir en él, transformarlo, porque podemos pensar de otra manera. Una de las formas más intensas de darle sentido al mundo es el arte, esa máquina de trazar efímeros mapas que se desdibujan. El arte genera sentidos inestables".
No me voy a detener mucho en esta parte filosófica-existencial. Si él no le encuentra sentido a la vida (supongo que se refiere a la vida humana) es un problema grave que tendrá que resolver.
Lo referido al lenguaje también es débil en lo conceptual. ¿Qué sucedía cuando el hombre aun no inventaba la palabra? ¿Eran seres humanos sin sentido alguno?
El arte sería una "máquina de trazar efímeros mapas que se desdibujan". ¡Muy raro! Yo entiendo que el arte es todo lo contrario a lo efímero. "El hombre teme al tiempo, pero el tiempo teme a las pirámides" proverbio árabe.
"El arte es el relámpago que en medio de la noche más oscura ilumina de golpe todo el cielo, durante una fracción de segundo, y que luego deja escuchar a lo lejos el trueno, como un eco que recuerda, a través del oído, lo que el ojo vio: la iluminación perdida. Brutal, enceguecedor, el arte nunca se parece del todo a lo que mucha gente cree que es el arte".
Muy lírico todo esto; Molina es un poeta. Pero al final del párrafo derrapó mal; "el arte nunca se parece del todo a lo que mucha gente cree que es el arte". Tengo el presentimiento que ahora se viene la parte más contundente y reveladora del artículo...
"Durante siglos se confundió arte con lo bello (y lo bello, a su vez, se confundió con lo lindo, con lo que tiene formas agradables, que se adaptan a los cánones de cada cultura). La belleza, por el contrario, es lo terrible: lo que destruye las certezas. Ante la belleza, todos estamos desarmados.
Pero aun así, el arte no es lo bello. El arte es una práctica que nos da la posibilidad de correr todo límite. De entender que el límite es el que genera el territorio, pero que ese límite puede ser corrido y el territorio, ampliado".
Era así, no más. Lo que nosotros (pobrecitos mortales) hemos sentido y visto como belleza durante siglos no lo era.
"Ante la belleza estamos todos desarmados", dice y me parece que nos quiere confundir... no me queda clara si está a favor o en contra de la belleza.
Además, esto de "ampliar territorios" "correr los límites" me suena un poco a imperialismo, pero es el argumento que usan los curadores y críticos cuando se trata de defender que una pila de escombros tirados en un rincón también puede ser una obra de arte.
"A comienzos del siglo XX, las vanguardias históricas quisieron terminar con la imagen aceptada masivamente del arte como decoración galante para el hogar burgués y propusieron una primera gran ruptura: sacar al arte del museo y mezclarlo con la vida cotidiana. Estaban exponiendo el programa que un par de décadas antes había propuesto Oscar Wilde: transformar la vida, la propia vida de cada uno, la endeble y finita vida de todos, en un obra de arte. Darle a la existencia el sentido inestable del arte. Las dos Guerras Mundiales suspendieron el desafío de esas primeras vanguardias, que fue más teórico que práctico. Hasta comienzos de los 60 se siguió leyendo la propuesta vanguardista como una mera modernización del mundo del arte. Pero en los 60 nace lo que hoy llamamos el arte contemporáneo y ya nada fue lo mismo".
Ufa, acá hay un montón de material para analizar y errores históricos que aclarar. Vamos por parte:
1) Salvo el rococó, no ha existido en la historia del arte la idea de una "decoración galante para el hogar burgués". ¿Por qué escribe esto? Del pos impresionismo surgen el expresionismo (Van Gogh), el fauvismo (Gauguin) y el cubismo (Cezanne).
El realismo de mediados del siglo XIX representa el trabajo y sufrimiento del proletariado... El romanticismo toda la pasión humana y las ansias de exploración... y así, podríamos retroceder hasta Altamira.
2) ¿Qué tiene que ver Oscar Wilde en todo esto? Escritor de obras tan bellas y conmovedoras como El retrato de Dorian Gray, El Ruiseñor y la Rosa, El Gigante Egoísta y tantas otras... Además, Wilde era un especialista el literatura clásica y respetuoso de la tradición escrita.
3) "Pero en los 60 nace lo que hoy llamamos el arte contemporáneo y ya nada fue lo mismo". Otro error, siguen existiendo pintores, escultores, grabadores y dibujantes que trabajan en silencio; lejos del estúpido snobismo. Hoy más que nunca, el realismo se ha vuelto a potenciar y miles de jóvenes en todo el mundo prefieren los desafíos de una tela en blanco que la estupidez de poner sobre un cubo un balde de excrementos y decir que eso es arte.
Ser pintor y realista (en especial) es ser de vanguardia, si entendemos a la vanguardia como lo que está contra lo establecido. Y el arte contemporáneo es el arte oficial del siglo XXI.
"Desde los Beatles hasta el surgimiento de la juventud como categoría sociocultural privilegiada, pasando por la aparición de los movimientos contraculturales y las experiencias estéticas que desafían todos los encasillamientos, la vieja idea de que el arte es lo lindo, lo decorativo, estalló sin dejar rastros más que en los viejos diccionarios (que siguen hablando de arte como si estuviéramos en el siglo XIX)".
¿Qué tienen que ver Los Beatles en todo este quilombo? Los Beatles hicieron lindas canciones los hippies eran paz y amor. Hermosas flores tiradas al cielo azul. "Has el amor y no la guerra".
El arte contemporáneo es parte del mismo sistema que pretende denostar. También está encasillado: conceptual, performance, instalaciones, land art, art bin, etc, etc.
"Cuando, ante una experiencia que no entiende, alguien pregunta si es arte, lo que está tratando de hacer es lograr un consenso para que se califique negativamente esa experiencia que lo desconcierta. Si eso sucede, entonces, podemos responder: sí, eso es arte. Lo es porque amplía los límites de lo humano. Lo humano: esa experiencia animal que tiende a lo infinito".
Sin comentarios.