miércoles, 29 de abril de 2015

Nunca es tarde para Léon Bonnat

Su "Cristo en la Cruz" y "El martirio de San Dionisio" le proporcionaron gran fama, lo mismo que sus expresivos retratos de celebridades contemporáneas. En el Cristo en la Cruz se nota una clara influencia del "Cristo de San Plácido", de Diego Velázquez.

"El Cristo en la Cruz" (arriba) la tenía reservada para publicarla en Semana Santa pero se me extravió en algún laberinto de mi precaria memoria. Pero como la pintura nunca pierde vigencia la publico hoy; cuando aún estamos en abril. 
Este es un excelente pintor francés del siglo XIX, 100 años de maravillosa pintura realista.


Léon-Joseph Bonnat (Bayona, 20 de junio de 1833 - Monchy-Saint-Éloi, 8 de septiembre de 1922) fue un pintor francés de la corriente del realismo pictórico. Nacido en Bayona, residió unos años en Madrid, debido a negocios de su familia. Allí estudió en el taller de los Madrazo.
Su estilo juvenil causó escándalo, al alejarse del Academicismo derivado de Ingres a favor de un estilo más naturalista o verosímil, inspirado en Caravaggio y José de Ribera. Su manera de tratar los temas bíblicos causó rechazo, pues (de forma similar a los tenebristas) representaba a los personajes sacros como gente de la calle, de aspecto rústico y en ocasiones desagradable.
Posteriormente, en coincidencia con la hispanofilia y la admiración por Goya impulsada por Manet y otros maestros, Bonnat cobró estimación como retratista. Representó a la élite política y empresarial bajo estética velazqueña, ante fondos oscuros sin ornamentación pero dentro de una corrección formal. Sus retratos se hicieron populares en Estados Unidos y el éxito comercial le llevó a una producción final repetitiva, que no evolucionó ante el impacto de Toulouse-Lautrec y el Modernismo.
Tuvo muchísimos alumnos ilustres, como Toulouse-Lautrec, Georges Braque, James Ensor, Edvard Munch y William Anderson Coffin1 pero perdió vigencia en sus últimos años y es un autor mal conocido ahora, al menos si se le compara con los impresionistas.
Amasó una cuantiosa fortuna, que dedicó a la compra de pinturas y dibujos antiguos. En 1891 decidió donarlos a la ciudad de Bayona (Francia), lo que ayudó a impulsar el museo local, llamado Museo Bonnat.







El martirio de San Dionisio

Autorretrato (1855), Museo de Orsay, París.

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