sábado, 28 de marzo de 2015

¡Ataque nudista!

"Urbanudismo" en el Día de la Mujer.


¡Éxito garantizado! El desnudo ha sido desde la Prehistoria un tema recurrente en el arte, pero hoy ha logrado un resurgimiento inesperado de la mano de audaces puestas en escenas de artistas que no son artistas o de vedette que quieren ser artistas o de artistas que quieren ser vedette. No sé, no lo tengo muy claro.
El asunto es que -30 mil años después de la Venus de Willendorf- no nos sorprendamos si por las callecitas de Buenos Aires nos encontramos con un par de chicas totalmente desnudas. Pongamos atención, no miremos para otro lado, porque ellas nos quieren decir "algo".
En esta oportunidad he traído la obra y el testimonio de una modelo (Paula Brindisi), una vedette (Andrea Ghidone) y una de las mayores referentes de la performance (Vanessa Beecroft). ¿Cuál es la diferencia entre una y otra?


Caminando desnudas por las calles del barrio. Están reuniendo voluntarios a través de Facebook para otra muestra de "urbanudismo".


1) Desnudas, en pleno barrio de Boedo, montaron una performance de "urbanudismo": un proyecto fotográfico que nació en Barcelona (España) en 2004 y que busca exponer las reacciones que genera en las personas ver a otras realizando acciones de todos los días, pero sin ropa. Tomar un taxi, salir de compras, sentarse a tomar un café, leer el diario...
En Buenos Aires, la productora fotográfica Paula Brindisi está detrás de este proyecto. Ahora su nuevo desafío es convocar a personas que se animen a posar desnudas y realizar una foto masiva... claro, antes de que lleguen los primeros fríos.
La idea es realizar una intervención urbana similar a las que ya hizo el famoso fotógrafo norteamericano Spencer Tunick (www.spencertunick.com), quien ha logrado reunir a miles de personas en diferentes ciudades del mundo para llevar a cabo sus instalaciones. En Buenos Aires, casi 500 personas se juntaron en la 9 de Julio para posar desnudas, recostadas, entre Avenida de Mayo y el Obelisco. Fue en abril de 2002.


Con su trabajo Paula Brindisi genera reacciones muy diversas: "En la performance que hicimos el Día de la Mujer en Boedo la gente estuvo super receptiva y no se generó ningún tipo de polémica. En otras intervenciones, en cambio, sí vivimos situaciones de violencia, con gente alcoholizada, amenazando o gritando. Y otra vez, en 2005, nos desnudamos tres hombres y yo, fuimos a San Telmo y nos llevaron presos por exhibición obscena. Si bien fuimos sobreseídos, el proceso duró un año. Finalmente se demostró que se trata de un proyecto artístico", explicó.
"No hacemos nudismo, no vamos a playas nudistas, no tiene que ver con ese movimiento, que respetamos. Lo que hacemos tiene que ver con derribar prejuicios. Y además generamos un registro fotográfico de la intervención. En general la gente hace muchas preguntas, se lo toman bien; algunos aplauden. Lo importante es que la intervención los movilice", explica Paula.
Más info en las cuentas de Facebook Paula Brindisi Fotografía y en Urbanudismo - Desnudarte. Y también en el blog www.urbanudismo.blogspot.com.ar.




"Lo que hago yo se opone a la exhibición del cuerpo de la mujer con fines morbosos, en definitiva comerciales. Dejemos de lado la hipocresía", expresa la modelo.

“El desnudo es más que un piquete”

Paula Brindisi. Protagoniza intervenciones sorpresivas en las que se pasea sin ropa. “Estoy a favor de anular la mirada perversa”, dice.
-¿Qué significa cruzarse una mujer desnuda?
-Es un símbolo de libertad y alegría. Igual, mi proyecto pone en juego personas de ambos sexos. Es cuestionarse sobre el propio pudor y la ridiculez de estar vestidos.
-¿Para qué sirve desnudarse en la calle una o dos veces por mes?
-UrbaNudismo-desnudArte es un proyecto fotográfico itinerante. No es una o dos veces al mes, sino que son intervenciones sorpresivas que ni yo sé cuándo se dan. Podemos protestar desnudas porque, precisamente, el morbo y el voyeurismo convocan y llaman la atención. Desnudarse es más efectivo que un piquete. Podemos convocar a grupos que se animen a desnudarse pacíficamente para protestar. Por otra parte es hacer realidad el típico sueño de salir desnudos a la calle y cuestionarse qué sucede con todo eso. Sirve para plasmarlo en fotografías y en arte multimedial, con el fin de imprimir un libro. La idea básica del Urbanudismo es la de poder romper con el concepto policial y religioso de que el cuerpo de la mujer es una fuente inagotable de pecados, y que cuánto menos ropa se tiene se va convirtiendo en una exhibición cada vez más obscena hasta llegar a una suerte de “indecencia” insólita.
-¿Dices que sigue llamando la atención el famoso “desnudo artístico”?
-Definitivamente sí. El cuerpo es bello, estético, llamativo, da curiosidad al espectador.
-¿Cómo podrías hacer para vivir desnudándote un poquito cada día?
-No entiendo la pregunta. Mi proyecto no apunta a algo erótico ni tiene intenciones de calentar a la gente. Es más bien un proyecto sociológico. ¿Te sirve igual para la nota?
-¡Totalmente! Sólo me interesaba saber si podrías vivir de esto.
-No vivo de esto. Soy modelo de desnudos para diferentes artistas como Arturo Aguiar y Edgardo Delfino, y trabajo como productora general para el fotógrafo Alejandro Ferrer. Yo soy de las que todavía no entiende por qué no se puede hacer topless en una playa argentina sin que venga un guardavidas, un concesionario de playa o alguna vieja mojigata a retarnos. ¿Mostrar los pechos con los que amamantamos es obsceno? ¿Una malla “hilo dental” que muestra las nalgas y el monte de venus es aceptable y la desnudez no?
¿Contra qué protestas?
-Contra nada. Es a favor de quitarse prejuicios y anular la mirada perversa sobre el cuerpo desnudo. No asociar el desnudo con lo sensual. También para que se pueda realizar el sueño que tenemos todos de salir a la calle desnudos y para que vivamos una experiencia única de libertad en su máxima expresión.
-¿Es lógico pensar que las feministas de suplementos como “Las 12” te desprecien o algo así?
-Para mí el proyecto no tiene como objetivo agradar, por ende eso queda al criterio de cada uno.
-¿Pero el feminismo banca o muerde?
-Las feministas aún no se hicieron escuchar con respecto a UrbaNudismo.
-En tus performances, ¿el criollo promedio te confunde con una “puta” o con una “loca”?
-Con eso y mucho más... Hay preguntas que no entiendo bien dónde apuntan.
-Imaginas que soy el inconsciente colectivo. ¿Qué pasa cuando te reconocen vestida?
-Me preguntan de todo, me retan, me aconsejan, me felicitan y algunos me dicen que quieren participar de un desnudo masivo... La verdad es que me miran como si fuese un extraterrestre, una amenaza a la sociedad, un monstruo.
-¿Y qué eres?
-Soy nada más que una mujer práctica y resolutiva que va al frente.
-¿Si no estuvieras así de buena te animarías a mostrarte?
-Siempre y cuando me sienta cómoda, no me importa cómo me encuentre físicamente. No busco cuerpos bonitos, busco mostrar los cuerpos tal cual son y la variedad de estilos... En realidad pongo en juego historietas que leí de Milo Manara en mi adolescencia.
-¡Milo Manara!: “El Click”, “El perfume de lo invisible”. Ese fue mi porno temprano.
-Prefiero "El camino oculto": una mujer que sólo puede vivir si logra representar sus obras por distintos lugares, algunos urbanos.


(FUENTE: Diario Clarín)

Ghidone y Bernal se desnudaron para expresar una filosofía de vida .

Desnudos por aquí, desnudos por allá

2) Por su parte, "Mi cuerpo dice" es la que campaña que impulsa Andrea Ghidone, la vedette convenció a su amiga bailarina de realizar la sensual producción de fotos.
Con una producción de fotos muy sensual, Andrea Ghidone busca transmitir sus creencias y filosofía de vida. Bajo el lema #Micuerpodice, la vedette cautivó a sus seguidores en redes sociales con las provocativas imágenes, en las que posó desnuda acompañada por la bailarina Gisela Bernal.
La iniciativa de Ghidone se basa en plasmar en su cuerpo desnudo los ideales que profesa. "No hay camino para la paz, la paz es el camino. El fin de amar es sentirse más vivo", fue una de las oraciones que junto a Bernal eligió para grabar sobre su piel.
"Las dificultades preparan a las personas comunes para destinos extraordinarios", se puede leer en otra de las fotos.





Texto de 


3) "Mi trabajo está tan próximo a la pintura como a la escultura clásica. Mis obras son pinturas que se desarrollan lentamente en el tiempo. Sus referencias, cuando están presentes, son casi siempre de la pintura. Pero el hecho de que no me sirva de ella es irrelevante." Esa afirmación de Beecroft nos pone delante de otras dos cuestiones fundamentales para entender su trabajo. La primera es la que tiene que ver con la continuidad que sus mujeres desnudas establecen con la historia del arte. Así, en su obra se pueden rastrear modelos que tienen que ver con las representaciones de Eva, Venus o Magdalena salidos de los pinceles de Filipo Lippi, Botticelli, Velázquez, Manet, por citar algunos de ellos, además de otros más vinculados al arte contemporáneo.


¿Cualquiera puede hacer una performance?

Hay una cierta similitud incómoda que aparece en algunas obras de performance y sólo podría explicarse desde la carencia de agudeza creadora al plantear las ideas.
La performance o arte de acción, ha sido uno de los lenguajes plásticos en el mundo del arte más polemizado, controvertido, explorado y criticado, tanto por su carácter multidisciplinar en el cual uno de sus propósitos es romper barreras, como por su desgarradora inclusión del cuerpo como soporte (En el arte de acción el cuerpo no siempre es el soporte, también puede actuar como vehículo). En ocasiones como medio artístico, pareciera que lo menos importante para quienes hacemos uso de este lenguaje son los criterios plásticos que se deben tener en cuenta al momento de hacer una obra, aun siendo una performance. No me refiero, advierto, al mensaje que éste quiere comunicar, hablo aquí de los elementos formales y técnicos que éste lenguaje ha de proponer, y si usted como performer tiene esa conciencia y lo hace.
Debo confesar que me encuentro un tanto alterada al notar lo que sucede en algunas performances que observo, me preocupa, sobre todo, porque veo que contienen tantas correspondencias formales unas con otras, tantas reincidencias en gestos, materiales, planteamientos y discursos tan repetidos excesivamente ad nuaseam que he propuesto yo (Mea culpa) y que han cometido los otros, que estos gestos, vestuarios, temas y formas de desarrollar el arte de acción se están convirtiendo cada vez en una manera fácil de justificar nuestra injustificable malsana y ya vívida mediocridad creativa. Lo que presentan y re presentan muchos artistas de performance es elemental y sin profundidad. Me preocupa sobre todo porque yo misma he cometido estos errores y reconocerlo sí que cuesta. Ya lo advirtió Avelina Lesper, “La repetición sistemática no es entendimiento, no hay asimilación ni uso de la imaginación, es simple reacción de corto plazo, superficial, desechable. Inevitablemente se convierte en un cliché, en la pose del que hace y no piensa.”
Quiero creer, a pesar de las palabras de Lesper, que hacer performance no se limita a una pose superflua y vana.



¡Otra vez desnudos!

El desnudo es la manera más básica de concebir una performance. Desde los más corrientes performances feministas, hasta la sofisticación impecable que propone Vanessa Beecroft, el desnudo, es uno de esos malsanos clichés a la hora de pensar en una acción performática. Generalmente su objetivo principal es el espectáculo. Este comentario no tiene, advierto, juicio de moral ramplona alguno, lo que molesta aquí no es el desnudo como tal, sino la ligereza y la inmediatez  con la que se utiliza este recurso por el simple hecho de saber que va a causar revuelo, le van a prestar un poquito más de atención a su trabajo o le sacarán alguna nota mal escrita en algún periódico local.
El desnudo sin duda sigue siendo un gesto tan poderoso, que hasta el maestro Ai Weiwei a quien tengo mucha admiración y respeto no dudó en hacerlo en algún momento. En efecto, el desnudo por supuesto que puede ser utilizado en la performance y de hecho, hay acciones que necesitan puntualmente de él, y como ejemplo destaco la acción de Ulay y Marina Abramovic “Imponderabilia”, donde los espectadores debían pasar en medio de los dos artistas desnudos para poder acceder a otra sala; la acción ha sido recreada en varias ocasiones incluso por la performer colombiana María José Arjona en el MOMA durante el año 2010.
Sin embargo, por norma general, desnudarse sólo pretende ocultar a través del escándalo el tremendo vacío conceptual y formal que un trabajo posee. Nos toca trascender entonces la re-significación del cuerpo y dejar de hacerlo de una manera tan simplista y vana.


Conclusión

Está demás decir que estas chicas caminando deshinibidas por las calles de la ciudad, a un viejo pintor de desnudos lo hacen sentir más viejo aún.


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1 comentario:

  1. Excelente idea el Urbanudismo!!!!!!!!! Que hipocrita la de la gente y los Peores son La Mafia Catolica, Musulman y otras....Despertad de tanto LAVADO DE CEREBRO que son puros Cuentos, No creo en Religiones-son inventos de unos para controlar ignorantes y pendejos.......Alguien tan Inteligente como el Creador No se Atreveria a PENSAR de Esa Forma tan Limitada....son limitaciones para CONTROLARTE u sobre todo a las Chicas.....Bravo Mujeres !!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

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