Existen grandes pintores que han elegido como temática la
flora y la fauna, esas maravillosas especies que comparten con nosotros
este planeta.
El
arte animalista ha existido siempre, pero sólo desde la segunda mitad
del siglo XX se ha implementado como un género temático. Primero se
destacó el trabajo de grandes ilustradores en ediciones dedicadas a los
animales del mundo (el argentino Axel Amuchástegui, por ejemplo) y en
la década del 80, estas ilustraciones salieron de los libros y entraron a
las galerías de arte, para el beneplácito de los espectadores deseosos
de maravillarse con ese arte.
En esta entrega admiraremos el arte de Carl Brenders,
quien refleja como pocos un profundo respeto por la naturaleza. Su
pintura capta el realismo extremo de las aves y los mamíferos.
Brenders
nació cerca de Amberes, Bélgica. Estudió en la Academia de Bellas Artes
de Amberes y después en Berchem. Ha realizado ilustraciones para la
vida silvestre en más de 20 libros, destacándose una serie titulada La vida secreta de los animales.
Sus
pinturas, que abarcan toda la complejidad de la naturaleza, dedican la
misma atención a los detalles a los animales y su hábitat, así como al
ambiente creado por la luz y los reflejos.
El
arte de Brenders goza del reconocimiento internacional. Es ampliamente
conocido en América del Norte, Francia, España, Holanda y en su Bélgica
natal.
Él
dice: "La naturaleza es hermosa, es perfecta. Es por eso que la pinto
con tanto detalle y realismo. Quiero capturar la perfección".
He querido incluir un artículo publicado en la red, que complementa de un modo mejor la importancia del arte realista en la actualidad.
Prefacio sobre arte animalista
El Arte Animalista
es por lo menos tan antiguo como la humanidad o, como dicen los
críticos de arte, existe desde que el hombre comienza a formalizar el
concepto de Arte. El Arte Animalista ha acompañado al hombre desde sus
primeras manifestaciones estéticas, volviéndose con el pasar de los
siglos un verdadero género artístico autónomo. Su importancia se fue
transformando a lo largo de la historia, dependiendo de las situaciones y
de las ideologías dominantes en las diferentes épocas y en las
diferentes culturas. De la historia del arte aprendemos que los animales
han sido objeto de representación figurativa desde el lejano
Paleolítico, y que han constituido en el tiempo un verdadera filón
temático, paralelo a los que la crítica siempre ha reconocido como
tales. A pesar de esto, ningún crítico de arte le ha atribuido nunca a
la corriente animalista, el mismo valor asignado a otras corrientes
temáticas. Sin embargo, ilustres maestros se han dedicado a este
“género”; es suficiente recordar, entre los principales, a Albrecht
Dürer, Stefano Della Bella, Eugène Delacroix, Giovanni Fattori. El mismo
Picasso aparece en algunos diccionarios como “artista animalista”.
A
finales del segundo milenio, la depauperación de los recursos naturales
ha creado una nueva conciencia social relativa al valor irremplazable
del patrimonio biológico, y por lo tanto a la necesidad de conservarlo.
Pero a este movimiento del alma, de proporciones planetarias, no le ha
correspondido en el campo artístico una consideración adecuada e
igualmente planetaria, hacia las obras que desde siempre han sido
intérpretes de esta conciencia, primeras entre ellas las animalistas. En
esta situación, el arte animalista podría volver a ser paradójicamente
de actualidad, y precisamente en el mismo contexto socio-cultural que
sostiene la muerte inevitable de todas las expresiones de bajo contenido
experimental.
Otro
objetivo de la exposición es el de mostrar cómo las temáticas, la
poética, los medios de expresión y las técnicas empleadas por los
artistas animalistas contemporáneos presentes en esta reseña, no son el
fruto de decisiones casuales dictadas simplemente por la moda del
momento, sino que tienen profundas razones intrínsecas, sintomáticas de
una interpretación precisa y claramente determinable del papel cultural
del Arte Animalista en el ámbito de la sociedad industrializada
avanzada.
Las
obras de estos artistas no se limitan exclusivamente a la descripción
del sujeto específico, sino que contienen unas motivaciones más amplias
en cuanto a las problemáticas relativas a la esencia del arte en
general, a su papel instrumental y a su papel social, que conciernen la
relación entre las diferentes corrientes animalistas individuales y las
corrientes actuales de vanguardia.
Finalmente,
se busca hacer notar cómo el arte animalista actual no ocupa un nicho
aislado del resto del contexto socio-cultural, sino que interactúa con
las otras realidades artísticas modernas, a veces reflejando y a veces
contradiciendo las tendencias predominantes, pero de todas maneras
participando en la evolución del pensamiento artístico contemporáneo.
realidad pura. fantástico
ResponderEliminarExtraordinario !! Lo compartí en mi face persona (Juan Carlos Gorrini).
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