Las pinturas de Kenn Brown son terribles y fascinantes.
Yo no soy partidario de cultivar los futuros apocalípticos. Quizá sea un tonto optimista que cree que la humanidad ha ido cambiando para bien. En 30 ó 40 años han pasado algunas cosas buenas que habría que considerar: Cuando yo era joven no existía ninguna preocupación por el medio ambiente y si una fábrica contaminaba, escuchaba a mi madre que decía: “es el precio del progreso”. El hombre reinaba sobre los animales sin piedad y los ecologistas casi no existían. Sólo Jacques Yves Cousteau documentaba en solitario el mundo submarino e inculcaba la necesidad de respetar a los demás animales porque también eran seres vivos y compartíamos con ellos este maravilloso planeta llamado Tierra.
Por Rubén Reveco, licenciado en Artes Plásticas
"Futuro imperfecto"
Tampoco se hablaba sobre los derechos de los niños, ni nadie se preocupaba de la violencia hacia la mujer. Los derechos humanos seguían en pañales y había más preocupación en violarlos que en respetarlos.
Ahora
todo esto es diferente. Al menos hay una aparente preocupación entre
las relaciones de humanos y animales. Estamos -por ejemplo- llenos de
defensores del pueblo y en todo el mundo se levantan voces condenatorias
contra las guerras y el terrorismo, sea cual sea su naturaleza.
Claro que no basta. Tampoco garantiza un futuro sin guerras, ni menos la amenaza de un flagelo nuclear. Pero de haberlo, en el futuro próximo o lejano no me imagino a este planeta sin vida. Algo o alguien quedarán para contarlo.
En
2011 estuvo de moda una serie en la televisión llamada “El mundo sin
humanos”, que pormenorizaba la triste realidad del planeta Tierra sin
los reyes de la creación. O sea, nosotros.
Es por esto que me han llamado la atención las pinturas de Kenn Brown, inspiradas en el libro “The World Without Us”, de Alan Weisman. Es una idea seductora para escritores e ilustradores. Representar el futuro de la Tierra en el post-humano y la lenta decadencia y el proceso inexorable del tiempo en el entorno urbanístico.
Kenn
Brown, para Mondolithic Estudios, ha desarrollado una impresionante
obra inspirada en el libro de Alan Weisman, que ilustra esta terrible y
fascinante mundo post-apocalíptico.
El libro
"The
World Without Us" es un curioso viaje hacia un mundo sin seres humanos.
Alan Weisman es el creador de este interesante libro que trata de
descubrirnos que actitudes tendría la Naturaleza actual en el hipotético
caso que el hombre desapareciera de repente de la faz de la Tierra. Un
libro que lejos de ser alarmista trata de poner a la Naturaleza frente a
un nuevo reto: volver a colonizar su mundo.
Un
escrito que tiene menos de alarmista y más de estudio antropológico, a
pesar que últimamente se lleva más lo primero. No es que esté en contra
de Al Gore (me gustó mucho su documental) pero su alarmismo (demostrado
por especialistas en algunos trozos de la cinta) es lo que más llama la
atención, unido al hecho que haya sido impulsado por un candidato a
presidente de los EE.UU. Hecho que además le ha hecho ganar un Oscar y
un premio Novel, el alarmismo (tal como siempre nos indicó Michael
Moore) funciona.
El
caso es que el libro cuenta como la Naturaleza con el paso del tiempo
sería capaz de sortear los problemas causados por el ser humano: el
asfalto se agrietaría sin sal, el sub-suelo se inundaría al romperse las
cañerías, los edificios arderían al quemarse antenas o papeles sin
control, los animales domésticos o se tornarían salvajes o se
extinguirían, las malas hierbas tomarían los edificios que acabarían
siendo arrasados por fuegos y heladas,… Una explicación que se centra
tanto en ficción como en estudios biológicos.
El
problema es que el ser Humano no va desaparecer así tan fácilmente, por
lo que ahora la pregunta es: ¿el Mundo puede hoy por hoy sobrevivir
solo o nos necesita?
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