Jennifer Janesko es una artista de Kansas City, Estados Unidos.
El mundo de la ilustración da para todo. Muchas veces está condicionado por el mercado que compra y encarga, y el artista se limita a realizar lo que le pidan: si le piden pintar una ciudad, pinta una ciudad; si le piden una manzana, pinta una manzana; si le piden una mariposa, pinta una mariposa.
Sus modelos exhalan sensualidad.
¿Por qué a las mujeres les gusta dibujar mujeres?
Pero cuando está en libertad de eligir opta por la figura humana. Y si es mujer, mejor; y si es joven y linda, mejor aún; y si está desnuda, ¡ni hablar!
Todo
esto es muy comprensible porque el hombre desde siempre ha tenido a la
mujer como modelo y fuente de inspiración. El pintor la representa
porque le fascina y sabe que su pintura también va ha fascinar. Lo hace
-por lo tanto- por un asunto de seducción.
Entonces, ¿por qué las pintoras, dibujantes e ilustradoras se representan tanto a sí mismas? Joven, bonita, desnuda y sexy. Ustedes dirán “no siempre es así”, y es cierto. Pero muchas artistas - como Jennifer Janesko- se dejan cautivar por su propia rostro y cuerpo. De esa forma -tal vez- se aseguran al público masculino más propenso a sucumbir ante estas imágenes. Y de paso a la misma mujer, siempre predispuesta a la autocontemplación sin limitaciones ni pudor.
Regularmente presenta sus originales en convenciones y galerías de arte.
Al hombre no le pasa lo mismo. Pintar un desnudo masculino es “normal” y si pinta dos, ya se está metiendo en un problema. Y no es que se empiece a dudar de su “hombría de bien”, o no se reconozca como bellas las líneas recias de Apolo. Lo que pasa es que empieza a perder clientes. Ese mismo que le pide ciudades, manzanas o mariposas y que nunca le pediría un hombre desnudo.
¿Por qué a las mujeres les gusta dibujar mujeres?: Porque se reconocen sujetos de culto y deseo. Después de todo, las diosas también crean diosas. ¿O no?, Jennifer.
Jennifer Janesko, de ilustradora a modelo.
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